En un mensaje difundido a nivel nacional, Alberto Fernández, presidente de Argentina, decretó un toque de queda nocturno, que deberá ser acatado a partir del viernes 9 de abril y por las siguientes tres semanas, a fin de luchar en contra de una segunda ola del coronavirus (COVID-19).
Alberto Fernández fue claro cuando el COVID-19 golpeó por primera vez Argentina, a principios del año pasado: salvar vidas a toda costa, más allá de preocupaciones económicas. Ahora, con una segunda ola, el país ajusta su estrategia, y prioriza la protección de su frágil economía, que arrastra historial de recesión e inflación.
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La gestión de Alberto Fernández quiere evitar un confinamiento general y, en su lugar, usa los datos sobre el número de casos para establecer restricciones localizadas en el corto plazo, reforzar medidas sanitarias contra el COVID-19, y mantener los controles sobre las fronteras.
Argentina vs COVID-19
Alberto Fernández explicó en su mensaje:
“Se prohíbe circular entre las 00:00 y 06:00 horas de la mañana de cada día. Según jurisdicciones, las autoridades (de Argentina) ampliarán los horarios en función de las especificidades (del COVID-19) de cada lugar. Hemos entrado en una segunda ola: en los últimos siete días, los casos aumentaron 36%”.
Bares y restaurantes atenderán hasta las 23:00 horas y se cerrarán los casinos, bingos y salones de baile y de fiestas: “En estos meses”, dijo Alberto Fernández, “queremos cuidar la salud, cuidar la recuperación económica” de Argentina, “y cuidar todo lo que sea posible”, ante la segunda ola del COVID-19.
Con 22 mil 039 nuevos casos de COVID-19, Argentina alcanzó este miércoles un nuevo récord de contagios en un solo día. Las autoridades reportaron además 199 muertos en las últimas 24 horas, lo que eleva los decesos a 56 mil 832, con un total de 2 millones 450 mil 068 casos desde comienzos de marzo de 2020.
Alberto Fernández concluyó en su mensaje:
“Así como hace un año pedí que se quedaran en casa, mientras montábamos un sistema de salud abandonado, hoy les pido poner la máxima atención en los deberes de cuidados sanitarios y en los protocolos. Reforzando esos cuidados, avanzaremos mejor en el proceso de vacunación que ya está en marcha”.