Tiempo atrás te compartimos una sabrosa receta de girasoles asados, pero hoy queremos ampliarte el menú, así que te diremos algunos de los tipos de flores comestibles que seguramente nunca te pasaron por la mente para la hora de tu comida, por lo que podrás tomar alguna de ellas y probarla en la comodidad de tu hogar.
¿Qué flores comestibles existen y con qué se pueden comer?
A través de sus redes sociales, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comparte algunos de los tipos de flores comestibles que puedes encontrar con mucha facilidad en nuestro país; ellas son:
- Flor de calabaza: esta flor es muy común que la encuentren en alimentos como las quesadillas, algunos incluso le agregan el famoso queso para complementar y satisfacer al estómago
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- Flor de cempasúchil: esta flor es muy tradicional en el marco del Día de Muertos, pero también tiene un uso comestible, que es mediante ensaladas; algunos la prefieren comer cruda y otros más un tanto hervida
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- Flor de cabuche: este elemento de la madre naturaleza te servirá para hacer unas deliciosas tortas capeadas y darle un saborcito peculiar y rico
- Flor de guayacán: aunque no lo creas, esta flor es muy usada en varios platillos que conoces, como los tamales, atoles, tortas con huevo y hasta en sopa con quelites
- Flor dalia: además de su belleza estética, esta flor desprende ricas bondades a la gastronomía, pues te servirá como ingrediente de camotes
- Flor chuchunuc: quizá nunca había escuchado de ella, pero ahora sabrás lo altamente benéfica que puede ser, ya que aporta vitaminas E y D, así como calcio y fibra. Desde una nieve, o una sopa, son las formas para consumirla
Otras opciones de flores comestibles en México
Además de los tipos de flores comestibles que comparte la UNAM, aquí te complementamos con otras más para que lo anotes en tu agenda:
- Flor de manzanilla: aunque no la comes, sí te sirve como ingrediente principal en una bebida como el té, o infusión; es de bastante utilidad para algunos dolores estomacales asociados a infecciones, o también para aplacar un poco los casos de ansiedad y estrés, pues actúa como una especie de relajante
- Flor de lavanda: si bien son conocidas por su bello tono violeta o la gran fragancia que desprenden, también son una alternativa culinaria, pues aportan un toque un poco picante, por lo que es ideal para un caldo de pollo o cremas
- Diente de león: si no eres fan de lo picoso, aunque sea algo mínimo (como con el caso de la lavanda), el lado opuesto es lo dulce, y aquí entra el diente de léon, que tiene ese sabor que puede acompañar desde un arroz o ensalada
- Eneldo: un truco de tu mamá o abuelita, es utilizar este ingrediente, pues le aporta un delicioso sazón a salsas, pescados, mariscos y sopas, ¡pruébalo!