Hace poco te hablamos de uno de los últimos gritos de la moda en la gastronomía, los tamales coquette; pero este fabuloso estilo no es el único que queremos resaltarte, por que también existen los tamales tontos, ¿los has comido? o quizá nunca habías escuchado de ello, eso no importan porque a continuación, te explicaremos qué son y cómo se hacen, por si un día quieres experimentar y los haces para sorprender a tus visitas.
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¿Qué son los tamales tontos?
Sabemos que los tamales son un platillo que se remonta a la época prehispánica de México, están hechos a base de maíz y tienen relleno de diversos ingredientes. En los negocios los encuentras de varios sabores y presentaciones, incluso acompañados en bolillo, con atole, café, etc. Pero ¿qué son los tamales tontos? Se trata de un producto que lleva dicho nombre porque no tienen relleno; es decir, nada de carne, nada de vegetales, nada de queso o nada de salsa.
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¿Cómo se preparan los tamales tontos?
Los tamales tontos se caracterizan porque solamente llevan chile guajillo o salsa verde. Para realizar este platillo se prepara el nixtamal, se lleva el maíz al molino, se bate la masa, se le agrega manteca y anís para realzar el sabor; luego se bate hasta tener la consistencia adecuada.
Para envolverlos puede emplearse una hoja de mazorca u hoja de milpa, esta última les da un sabor diferente. Hay que esperar una hora y media aproximadamente para que se cuezan y poder disfrutarlos.
La realización de tamales tontos es toda una tradición el 24 de cada mes para la misa del Santo Patrón de San Juan Ixtenco, Tlaxcala. Aunque la elaboración de este platillo no suele ser exclusiva de este sitio, ya que hay otros estados del país donde los pueden encontrar, como en Sinaloa, donde al maíz le añaden pimiento o chile troceado, así como comino, harina y levadura.
Sin duda, en gustos se rompen géneros, y si te llegas a encontrar con unos tamales tontos podrías probarlos, quizá terminen gustándote o se te ocurren complementarlos con otra cosa que te guste, recuerda que la comida no es un ABC definido, siempre se podrán reinventar recetas o adaptarlas.