¿Mousse o soufflé? Estas son las diferencias entre uno y otro

| 13:12 | Lillían Reyes | Uno TV
Diferencias entre mousse y soufflé
Ambos son franceses. Foto: Getty Images

El mousse y el soufflé son dos postres que suelen confundirse debido a que ambos tienen una consistencia ligera y airosa; sin embargo, se trata de dos recetas totalmente distintas.

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Diferencias entre mousse y soufflé

Un soufflé es un postre horneado que se caracteriza por su gran volumen y textura esponjosa. Al salir del horno, tiene una apariencia hinchada y delicada, pero se desinfla rápidamente; se elabora, principalmente, con claras de huevo batidas a punto de nieve, lo que les proporciona su ligereza y altura.

  • También incluyen yemas, leche, harina y un saborizante como chocolate, queso o frutas.

Se hornean a altas temperaturas para que las claras se expandan y formen una estructura aireada. La textura es delicada, esponjosa y ligera, con una corteza ligeramente dorada y un interior cremoso.

Los sabores pueden variar mucho, desde los clásicos de chocolate y queso hasta versiones más exóticas con frutas o verduras.

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Por su parte, un mousse es un postre frío y ligero, con una textura suave y cremosa. Se elabora con claras de huevo batidas a punto de nieve o crema batida, a las que se les incorpora un ingrediente principal como chocolate, frutas o queso; a menudo se utiliza gelatina para estabilizar la mezcla.

  • No se hornean, sino que se refrigeran para que cuajen.

La textura es más suave y cremosa que la de un soufflé, y suele ser más densa. Los sabores de también son muy variados, y pueden ser dulces o salados.

Origen del soufflé

Aunque su origen exacto es un poco difuso, se cree que nació en Francia a finales del siglo XVIII, y algunos atribuyen su creación a Vincent La Chapelle, un reconocido cocinero de la época.

Diferencias entre mousse y soufflé
Necesita horno para hacerlo. Foto: Getty Images

El nombre proviene del verbo francés “souffler”, que significa “soplar”, haciendo referencia a la forma en que la masa se infla al hornearse.

Inicialmente, los soufflés eran más bien una técnica de cocción que se aplicaba a diferentes ingredientes, pero con el tiempo, se popularizó como postre y se experimentó con diversos sabores y rellenos.

Origen del mousse

También tiene sus orígenes en la cocina francesa. La primera mención aparece en un recetario de 1755, donde se describían espumas de café, chocolate y azafrán.

Con el paso de los años, se convirtió en un postre versátil y adaptable, incorporando diferentes ingredientes y técnicas, y hoy en día existen innumerables variedades, desde las clásicas de chocolate hasta las más exóticas con frutas tropicales.

Receta del soufflé de chocolate

Necesitas:

  1. Cuatro claras de huevo
  2. Cuatro yemas de huevo
  3. Un cuarto de taza de azúcar
  4. Un cuarto de taza de harina
  5. Un cuarto de taza de cacao en polvo
  6. Un cuarto de cucharadita de sal
  7. Media taza de leche
  8. Una cucharadita de extracto de vainilla
  9. Mantequilla para engrasar el molde

Preparación:

Precalienta el horno a 200 grados Celsius; mientras engrasa un molde individual o ramequines con mantequilla. Separa las claras de las yemas y bate las primeras a punto de nieve.

  • Por otra parte, bate las yemas con el azúcar hasta que estén cremosas.

Mezcla la harina, el cacao y la sal. Alterna entre agregar la mezcla de yemas y la mezcla de harina a las claras batidas, con movimientos envolventes para no bajar el volumen y luego vierte la mezcla en el molde preparado.

Hornea de 15 a 20 minutos, o hasta que esté dorado y esponjoso. Debe servirse caliente para disfrutar de su textura ligera y esponjosa.

Receta del mousse de chocolate

Diferencias entre mousse y soufflé
Es un postre frío. Foto: Getty Images

Necesitas:

  1. 200 gramos de chocolate oscuro
  2. Media taza de crema para batir
  3. Tres claras de huevo
  4. Un cuarto de taza de azúcar
  5. Una pizca de sal

Preparación:

Derrite el chocolate a baño maría o en el microondas, removiendo ocasionalmente. Por otro lado, bate la crema hasta que esté firme.

  • A parte, bate las claras a punto de nieve con el azúcar y la sal.

Incorpora el chocolate derretido a la crema batida con movimientos envolventes; luego, añade las claras batidas de manera similar.

  • Vierte en copas individuales y refrigera durante al menos dos horas antes de servir.