¿Cuál es el origen de la bandera arcoíris de la comunidad LGBT+?

El 3 de abril se conmemora el Día Mundial del Arcoíris y por tal motivo repasamos la historia y origen de la bandera de la comunidad LGBT+ y lleva los colores de este fenómeno natural.
Origen de la bandera arcoíris de la comunidad LGBT+
En 1978, en medio del auge de los movimientos por los derechos civiles y la liberación sexual, nació uno de los símbolos más reconocibles del activismo LGBT+: la bandera del arcoíris.
Este estandarte, cargado de significado y esperanza, fue creado por el artista y activista Gilbert Baker en San Francisco, una de las ciudades clave en la historia del movimiento por la diversidad sexual.
Un encargo con propósito
La historia cuenta que fue el propio Harvey Milk, uno de los primeros políticos abiertamente gay en Estados Unidos, quien pidió a Baker la creación de una bandera que representara al colectivo LGBT+ con orgullo y dignidad.
En palabras de Baker, era necesario un símbolo propio, que no solo distinguiera al movimiento, sino que unificara sus múltiples voces en una sola imagen vibrante.
Los colores originales
La primera versión de la bandera ondeó el 25 de junio de 1978, durante el desfile del Orgullo Gay de San Francisco. Tenía ocho franjas, cada una con un color y un significado particular:
- Rosa: sexualidad
- Rojo: vida
- Naranja: salud
- Amarillo: luz del sol
- Verde: naturaleza
- Turquesa: magia/arte
- Azul: serenidad
- Violeta: espíritu
Cada color fue elegido por su carga simbólica, buscando reflejar la complejidad, alegría y lucha de la comunidad.
Evolución del símbolo
Tras el asesinato de Harvey Milk ese mismo año, la bandera se convirtió rápidamente en un emblema de resistencia.
Sin embargo, por cuestiones prácticas de producción, el diseño fue reducido: primero desapareció el rosa por la dificultad para conseguir esa tinta, y más tarde el turquesa, para dejar un número par de franjas y facilitar su uso en eventos y manifestaciones.
Así nació la versión de seis colores que conocemos actualmente: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. Esta versión se convirtió en la más difundida globalmente y ha sido reconocida incluso por Naciones Unidas y gobiernos de todo el mundo como un símbolo de derechos humanos.
Un emblema en constante transformación
A lo largo de los años, han surgido variaciones que buscan incluir otras identidades dentro del espectro LGBT+, como la bandera del Orgullo Trans, la bandera Progress (que incorpora los colores trans y marrón/negro en honor a las personas racializadas), entre otras.
Más que un simple diseño, la bandera LGBT evolucionó para reflejar la diversidad, los desafíos y los logros del movimiento. Hoy sigue ondeando no solo como un símbolo de identidad, sino como un recordatorio de que la lucha por la igualdad continúa.