Han pasado 24 años desde que comenzó la investigación de una tumba maya descubierta en 1998 en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, en Mérida, Yucatán, perteneciente al rey maya Kalonché Uk’uuw Chan Chaahk.
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han retomado la investigación y revelaron datos de importancia que fueron traducidos de los jeroglíficos mayas.
“Fue en la temporada de 1998, durante las excavaciones de la escultura 42, cuando se halló un contexto funerario que constaba de varias ofrendas, u ollas de cerámica, que funcionaron como urnas; había una urna principal en la que se encontraron los restos incinerados de un personaje, digamos el gobernante de Dzibilchaltún. Apareció también un hueso de venado que contenía inscripciones jeroglíficas, y ahí habla del personaje y su cargo, y la importancia de este Kalonché”.
Ileana Ancona, arqueóloga del INAH en Yucatán
En 1998 se encontraron los datos del personaje plasmados en jeroglíficos mayas en la estela 19, en la estela 42, en un hueso de venado y en otras dos vasijas, que también fueron halladas en el lugar, pero fue hasta después de varios años de investigación, cuando, apoyados con la epigrafía, lograron la traducción de los textos.
“Nos revela un tanto sobre la línea gobernante del lugar y nos revela también que es un gobernante de muchos años, que ha sucedido en otras ciudades dentro del área maya, y lo principal, lo que sabemos sobre él, es que fue el primero de la línea. Ya lo hemos mencionado, y a raíz de él se vienen otros sucesores, que no sabemos si son sus hijos, pero en monumentos que hemos estudiado que muestran el final del Gobierno de este personaje importante, pues sabemos que debió reinar como 50 años, más o menos”
Ángel Góngora, arqueólogo del INAH en Yucatán
Dzibilchaltún, que en maya significa “escritura en piedra”, fue uno de los primeros centros urbanos en Yucatán, su existencia data del 500 antes de Cristo (a.C.) hasta el 1500 de nuestra era.
- Esta tumba, descubierta en 1998, resultó también peculiar, pues el gobernante fue incinerado, algo poco común en esa época.
“Dentro del entierro, como parte de él, se encontraron un total de 16 vasijas, cuatro ollas medianas principales y una olla mayor donde se encontraban los huesos más largos de este personaje, que en su momento fue cremado antes de enterrarlo, antes de depositarlo en la estructura 42. Son cinco ollas en total, tenían como tapas cajetes encima y dentro de las ollas venían ofrendas como piedra verde, tubulares, y lo más importante es el hueso de venado que tenía un texto, el cual revelaba el nombre del gobernante que estaba enterrado aquí. El lugar que es conocido como Ichkansihó”.
Ángel Góngora, arqueólogo del INAH en Yucatán
El equipo de arqueólogos trabaja actualmente en la plaza sur de Dzibilchaltún, que aún guarda tesoros que esperan revelar.
- El INAH realiza millonaria inversión en la zona que estuvo cerrada por más de dos años
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