“El Milagro de Milton”: Pescador sobrevive a huracán categoría 5; aquí su historia
En sus más de 40 años como pescador, José Lorenzo está viviendo una segunda oportunidad. Sobrevivió de milagro, después de pasar más de doce horas en medio del mar, enfrentando, sin saber, a uno de los fenómenos meteorológicos más poderosos de los últimos tiempos: el huracán Milton.
José salió a pescar el pasado miércoles a bordo del navío “Cap”, con 38 pies de eslora. Con él iba su hijo y otros tres compañeros pescadores.
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Asegura que no recibieron el aviso de volver a tierra y lo que empezó con pequeños vientos y marejada, se convirtió en una pesadilla.
“Pegó más de doce horas, contra el océano, marejada y lo último es que nos levantábamos… estamos fondeando, pero no, dormía, pero me despertaba, media hora, y a las seis de la mañana se volvió a soltar el ancla y otra vez, desde las seis hasta la seis de la tarde comimos puras galletas, porque todo se mojó la máquina, todo se mojó. Bendito sea Dios que arrancaba y volvía a darle porque si no, no lo contamos”, narró José Lorenzo Nah.
La pesca, la comida, los alijos, el agua potable… todo se fue al mar. Por momentos, y aun con los chalecos salvavidas puestos, los pescadores temieron por su vida. Sin embargo, se aferraron y el milagro ocurrió.
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“Fue la fuerza más que nada, sinceramente lo dejamos en manos de Dios, todo es a él y luchamos no sólo yo, todos los compañeros, los cinco que estuvimos allá, todos nos metíamos, que vamos a hacer esto, que lo otro y todos accionando, porque lo bueno es que todos, gracias a Dios, los compañeros son rápidos y eso te motiva, porque si dos o tres se achantan ya no hacemos nada, entonces ellos pudieron movernos y luchar para seguir adelante”, señaló José Lorenzo.
Hoy cuenta la experiencia como un milagro.
- “Estamos viviendo un milagro entre varios compañeros que la pasamos ahí y que llegamos porque todos nosotros, como en Progreso, ya llegaron a su casa”, afirma el pescador.
A pesar de todo, José Lorenzo y sus compañeros de tripulación, aseguran que su vida sigue en el mar y que mientras tengan salud y fuerza, seguirán subiendo al barco a pescar.
