Buscando solucionar la problemática y vulnerabilidad de los menores que trabajan en semáforos, limpiando parabrisas y en las calles vendiendo mercancías, fueron creados en Querétaro los Centros de Día.
- Se trata de espacios donde se busca que los menores puedan volver a estudiar, capacitarse a través de talleres, alimentarse sanamente y crear entornos con nuevos amigos.
“Los Centros de Día son estancias infantiles que se dedican principalmente a la población con trabajo en crucero identificada por promotores de calle, así como niños que también están identificados en un estado de vulnerabilidad por alguna situación precaria en la que viven o las posibilidades o recursos que puedan llegar a tener”.
Ingrid Martínez, jefatura de Centros de Día
Estos Centros de Día dependen del DIF municipal de Querétaro, a través de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, dependencia que todos los días envía promotores que ofrecen este beneficio a los menores que laboran en las calles.
“Nuestro objetivo principal es recorrer los cinco polígonos de la demarcación territorial del municipio de Querétaro, para ubicar personas que se encuentran acompañados de niños, niñas o adolescentes, desarrollando alguna actividad económica de trabajo urbano marginal, para desalentar el trabajo infantil”.
Raúl Hernández, promotor programa para personas en situación de calle
Una vez que se identifican a menores en esta situación, se busca acercarlos a los Centros de Día.
“Tratando de solventar nosotros, instituir derechos, brindamos estos espacios para que se les pueda dar un servicio completo, ya sea educativo, médico, escolar, incluso, en el caso de preescolar y el área de comedor, que también se les da los alimentos aquí tanto cuando ingresan, antes de irse a la escuela y en horario extendido, también por las tardes comen”.
Ingrid Martínez, jefatura de Centros de Día
Los Centros de Día se han convertido en un apoyo vital también para madres solteras.
“Creo que, para su desarrollo psicomotriz, lo ha ayudado mucho… Él tiene terapia con los caballos y le gusta mucho ir a los caballos”.
María de los Ángeles Rodríguez, beneficiaria programa
Diariamente, autobuses recogen a los menores en diversos puntos de la ciudad y los llevan hacia estos centros donde pueden pasar el día mientras sus padres trabajan.
“La verdad ha sido muy ‘benefictorio’ para ellos, Jonathan, el más pequeño de ellos ya ha aprendido mucho, sabe colores, números, dibujar, comen muy bien”.
Blanca Torres, beneficiaria programa
El servicio no tiene ningún costo y ofrece acompañamiento y apoyo para los padres de menores que cursan desde primaria hasta nivel preparatoria.
