Este lunes se cumple una semana de que, grupos delincuenciales anunciaron el aumento del cobro de extorsión a empresarios limoneros del Valle de Apatzingán.
Situación que llevó a los propietarios de huertas y empacadores a frenar la producción y no cortar limón ni comercializarlo hasta que haya condiciones de seguridad y puedan trabajar en paz.
El dueño de una limonera rompió el silencio ante las cámaras de UnoTV para hablar de los excesivos cobros impuestos por el crimen organizado, que también fija el precio del producto.
- “Están cobrando demasiado, ahorita el problema más grave es que ya nos quieren cobrar un peso por kilo, el dinero los recoge el empaque”. Empresario limonero / Anónimo
Al estar en medio de un conflicto entre grupos delictivos, muchos de los huerteros han preferido vender sus propiedades para emigrar a Estados Unidos para dejar de ser víctimas de amenazas y extorsiones.
- “Pues estamos en medio de la zona de guerra, pero de ellos nada más, realmente los pleitos que se tienen entre ellos por agrandar sus territorios para seguir llenándose las bolsas de billete“. Empresario limonero / Anónimo
El gobierno municipal de Apatzingán, reconoce que el problema es grave, principalmente para los cortadores de limón, quienes viven con el sustento de cada día trabajado.
- “Si esto este tipo de situación prevalece durante un tiempo considerable, pues obviamente que va a generarnos un conflicto social, puede estallar una situación que no tenemos prevista” José Luis Cruz Lucatero, Alcalde de Apatzingán
Las zonas donde se comercializa el limón se encuentran en total abandono. No hay cítricos qué vender, no hay trabajadores y las máquinas de los empaques llevan días sin ser encendidas.
En la carretera que conduce a Aguililla, el panorama es desolador además de ser un punto de operación criminal.
“Los limoneros, todos los empaques se ven solos. Esta zona es un punto rojo”. Elemento de la Guardia Civil
En Apatzingán, pese a los recorridos de la Guardia Civil, Guardia Nacional y Ejército, prevalece el miedo y la incertidumbre ante la parálisis productiva, pues el 75% de la economía de este municipio depende de la siembra del fruto cítrico.