Familias huyen de la violencia en comunidades de Michoacán y se refugian en Tancítaro
Cerca de 200 personas se han tenido que desplazar hacia el municipio de Tancítaro, Michoacán, luego de quedar en medio de los enfrentamientos armados entre grupos del crimen organizado que se disputan la región de Buenavista y zonas aledañas.
En la tenencia de Pareo, dos olas de desplazados se han registrado en los últimos 20 días.
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En un primer arribo, 170 personas llegaron a la región y hace dos días, otro centenar regresó, aunque solo 50 permanecen en la Casa Pastoral de la Señora de la Esperanza.
“Ayer vino la segunda, si pudiéramos decir así, la segunda ola de desplazados. Se habían retirado a sus casas, los primeros que hace 15 días estuvieron y llegaron aquí, tuvimos aproximadamente a unas 150, 170 personas. Hay que recordar que la distancia es corta de la sede parroquial a sus comunidades, algunas por el trabajo, por sus obligaciones laborales y también sus campos y animales, bajaban a sus zonas en que hay cierto peligro por el desplazamiento de grupos antagónicos“.
Gonzalo Andrade Espinoza, párroco de Pareo.
Desplazados en diversas localidades de Michoacán
Los desplazados provienen de localidades como La Colonia, El Caracol, Garachico y La Luna, las cuales están a menos de una hora de Pareo.
Las familias viajaron a pie, en medio de caminos destrozados y sembrados con minas por sicarios, luego de que empezaron a rondar por sus viviendas.
“Como la primera vez que nos vinimos, este… estuvieron en mi casa y en la casa del vecino, estaban en el callejón, unos de un lado y otros de otro y ahí estuvieron ellos y ya, pues fue que nos venimos la primera vez, y apenas antier me había ido y ya volvimos otra vez”.
Madre de familia desplazada.
Los niños, que no han podido asistir a clases, atestiguaron la irrupción de civiles armados y la guerra entre ellos, donde se valieron de explosivos.
“En la noche, cuando nos íbamos a venir para acá, se pararon unos señores en la casa y se escucharon como balazos y yo estaba, llore y llore y mi papá estaba en (la comunidad de) La Luna”.
Menor desplazado.
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Para hacer frente al éxodo de familias de Buenavista, en Tancítaro, la sociedad civil, de la mano de la iglesia, han apoyado con víveres y un sitio para dormir en la casa pastoral.
Las personas desplazadas en Michoacán tienen la esperanza de poder regresar a sus hogares y recuperar sus cosas.