Ataques con drones en Apatzingán obligan a familias a huir
Ataques con drones en los poblados de El Alcalde y El Guayabo, en la región de Tierra Caliente, obligaron a decenas de familias a abandonar sus hogares.
Los habitantes reportan que desde hace una semana han sido blanco de ataques con explosivos lanzados desde drones, por lo que se generó una crisis de desplazamiento forzado.
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Habitantes huyen por ataques con drones
Los afectados indican que los ataques ocurren principalmente por las noches y madrugadas. Testimonios recabados en la zona confirman que las explosiones causaron daños en viviendas y comercios.
“Tenemos ya una semana viviendo con ataques. Prácticamente en la madrugada comienzan desde las 5 de la tarde. Nos hemos visto obligados a salir por temor”.
Mujer desplazada de El Guayabo, Apatzingán
Negocios y viviendas quedan abandonados
Ante la falta de garantías de seguridad, algunos habitantes regresaron a sus casas para recuperar sus pertenencias antes de huir definitivamente. Tal es el caso de un comerciante local que decidió cerrar su tortillería.
“Ya nos vamos porque la situación está muy crítica. No dejan dormir ni trabajar a gusto. Prefiero sacar a mi familia y no arriesgarla”.
Habitante del Guayabo, Apatzingán
Familias desplazadas buscan refugio
Padres de familia lamentan perder el patrimonio que construyeron durante años. Algunos no tienen un lugar fijo donde resguardarse, pero priorizan su seguridad.
“Nos costó 10 años levantar nuestras cosas y en un rato se acabó. Vamos a ver dónde nos quedamos, aunque sea bajo un puente”.
Padre de familia desplazado de El Guayabo, Apatzingán
En la misma situación se encuentra Socorro, una habitante de El Guayabo cuya camioneta fue destruida por un explosivo, impidiéndole llevarse sus pertenencias.
“El radiador quedó destrozado. Había pedazos de fierro y vidrios por todos lados”.
Socorro, habitante del Guayabo
El Alcalde, un pueblo fantasma por la violencia
A menos de 2 kilómetros de El Guayabo, la comunidad del Alcalde se convirtió en un pueblo fantasma. Viviendas, comercios y la iglesia local fueron atacados con explosivos y saqueados. Una capilla con la imagen de la Virgen de Guadalupe presenta impactos de bala.
Pese a la presencia de elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, los habitantes consideran insuficiente el despliegue para frenar la violencia y garantizar el retorno seguro de las familias desplazadas.