Valentina y su chelo: la música que resuena en la marcha del 8M en CDMX
En medio de la multitud que cada 8 de marzo inunda las calles de la Ciudad de México, se escucha una melodía profunda y envolvente.
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Entre cánticos, consignas y tambores, el sonido de un chelo resuena con fuerza, marcando el pulso de la megamarcha feminista. La responsable de esta banda sonora es Valentina, una violonchelista que ha convertido la música en su propia forma de protesta y expresión.
Desde hace 15 años, Valentina toca su chelo en las calles de la capital, no solo en el contexto del Día Internacional de la Mujer, sino también como parte de su día a día, pues es su manera de ganarse la vida.
Su arte no solo acompaña las marchas, sino que también es su medio de subsistencia, llevando su música a distintos rincones de la ciudad como una intérprete urbana.
Valentina, la chelista de la marcha
Valentina no es solo una músico callejera; su talento la ha llevado a ser reconocida como violonchelista urbana, además de ser la voz detrás del proyecto “Ranchelo”, una fusión de rancheras con el sonido único del chelo. Su amor por la música también la ha convertido en maestra, compartiendo su conocimiento con nuevas generaciones de músicos.
En la marcha del 8M, su presencia se ha convertido en un símbolo, un eco melódico que acompaña a las mujeres que exigen justicia, derechos y un alto a la violencia de género. Su chelo, en medio de la protesta, transforma la energía de la movilización en arte, creando un ambiente donde la música y la resistencia se entrelazan.
La música como forma de protesta
Cada interpretación de Valentina en la marcha es más que un acto artístico; es una forma de resistencia. Con su chelo, expresa emociones que a veces las palabras no pueden transmitir: dolor, esperanza, lucha y hermandad.
Miles de mujeres marcharon este 8 de marzo, recorriendo las calles de la CDMX en una de las manifestaciones más grandes del país. En ese mar de voces y pancartas, la música de Valentina se volvió parte del paisaje sonoro, demostrando que la protesta también se hace a través del arte.
Mientras la marcha continúa, su chelo sigue sonando, dejando claro que la lucha sigue y que la música también es una herramienta de transformación.
