“No hay mal que dure mil años”, dicen desde campamento en CDMX, migrantes venezolano
Desde un campamento de migrantes en la Plaza de la Soledad, en la Ciudad de México, venezolanos exiliados expresaron su preocupación y descontento ante la toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer mandato presidencial en Venezuela. La crisis política y económica que atraviesa el país sudamericano ha obligado a miles a buscar refugio fuera de sus fronteras.
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Kendrick, migrante venezolano, lamentó que Maduro continúe en el poder, calificando su gobierno como de facto:
“A partir de hoy Nicolás Maduro, si persiste en permanecer en el poder, comenzará a encabezar un gobierno de facto, es lo que establece la Constitución porque él perdió”.
Crece el flujo de migrantes venezolanos hacia México
Según datos de la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la SEGOB, entre enero y agosto de 2024, 266 mil 800 venezolanos ingresaron de forma irregular a México, cifra que representa un incremento considerable respecto a años anteriores.
- 2024: 266 mil 800 migrantes
- 2023: 222 mil migrantes
- 2022: 96 mil migrantes
Este aumento refleja la desesperación de los venezolanos por huir de la crisis. Jonny, otro migrante, señaló:
“Ver que una sola persona ha hecho que tantas personas salieran de Venezuela es fuerte; sacarlo del poder, si ya ni siquiera es el presidente, porque ya hay tantas personas fuera del país, es porque no está haciendo un buen trabajo”.
Incertidumbre ante restricciones migratorias en EE.UU.
Ante la posible cancelación del programa de asilo en Estados Unidos, anunciada por Donald Trump a partir del 20 de enero, migrantes como Kendrick temen que más venezolanos intenten huir:
“Se estima que entre 4 y 5 millones de venezolanos estarían dispuestos a abandonar el país, si Nicolás Maduro sigue siendo quien dirija el gobierno”.
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Por su parte, María de los Ángeles espera poder concretar una cita para ingresar a EE.UU., mientras descarta regresar a Venezuela:
“-¿No ha pensado en regresar a Venezuela?
- A Bogotá porque tengo a mis hijos allá”.
“No hay mal que dure mil años”: la esperanza de cambio sigue viva
A pesar de las adversidades, la esperanza de los migrantes permanece firme. Daniel, otro venezolano, expresó:
“No hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo resista… hay que esperar que llegue el momento”.
