“No volveremos derrotados”: migrantes en la CDMX buscan un nuevo futuro
A la orilla de las vías del tren, quedaron varadas las ilusiones para conseguir el sueño americano. Se le conoce como “Ciudad Maderita”, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Aquí se han instalado cientos de migrantes de Sudamérica que esperaban una cita en el CBP One para entrar en asilo a Estados Unidos, pero desde que el programa fue cancelado, el ambiente es desolador.
“El sentimiento es de tristeza porque atravesamos una selva, donde nos tardamos muchos días para atravesar siete fronteras. En mi caso caminé dos veces todo México porque Migración nos devolvió a la frontera la primera vez que subimos. Yo vengo con mis hijas y nos costó bastante”.
Emely Díaz, migrante de Venezuela.
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“No volveremos derrotados”
Laura Casianis encontró refugio en una de las casas construidas con paredes de madera y techos de lona. Llegó sola desde Cartagena de Indias, Colombia.
“Usted sabe que uno viene con sueños, con ganas de salir adelante, en mi caso yo ya he subido hasta la frontera cinco veces, me he tirado de un tren, me partí un brazo”.
Laura Casianis, migrante de Colombia.
A pesar del cierre de la frontera, Laura no pierde la esperanza de cruzar hacia el otro lado para cumplir sus sueños, y mientras llega el momento de conseguir otra cita, trabaja en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Para enviar dinero a sus familiares y mantenerse, hace peinados estilos afro y coloca uñas postizas a vecinas de la Colonia Clave Vallejo.
“No quiero volver a mi casa con las manos derrotadas porque necesito darle educación a mis hijos”.
Laura Casianis, migrante de Colombia.
Migrantes se establecen en México
Pero para otros, el retorno a sus países de origen simplemente no es una opción. Marisol y su esposo han decidido permanecer en la Ciudad de México, al menos por otro año, con la esperanza de que las citas sean reactivadas.
“De verdad estamos bastante afligidos, nerviosos, tristes, de verdad nos dio bastante duro. Los venezolanos no podemos regresar por el momento a nuestro país, unos somos perseguidos políticos, otros, la verdad, la situación allá vendieron todo, no tenemos donde llegar”.
Marisol, migrante de Venezuela.
Y otros han improvisado peluquerías y barberías para mantenerse en lo que deciden si desisten en cruzar a Estados Unidos, se quedan en México o cambian el rumbo para encontrar mejores condiciones.