La exdirectora de Rébsamen, Mónica García Villegas conocida como “Miss Moni” fue declarada culpable de homicidio culposo y responsabilidad de DRO o Corresponsables.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México solicitó 57 años de pena privativa de libertad contra la también propietaria de un inmueble habilitado como colegio privado, luego de que el Ministerio Público logró obtener de un Tribunal de Enjuiciamiento un fallo condenatorio.
Las pruebas desahogadas por la FGJCDMX fueron contundentes para establecer que Mónica García Villegas fue omisa al no atender las disposiciones establecidas en el Reglamento de Construcciones y la Ley de Desarrollo Urbano, ambas para el entonces Distrito Federal, con lo que puso en riesgo a toda la comunidad educativa del plantel que colapsó en el sismo del 19 de septiembre de 2017.
En tanto, la institución aún se encuentra a la espera de la audiencia de individualización sobre la exdirectora de Rébsamen, luego de que el pasado miércoles 12 de agosto inició la etapa de juicio en su contra por la muerte de 19 niños y 7 adultos.
Lo ocurrido:
- A las 13:14 horas de aquel 19 de septiembre de 2017 se suscitó un sismo en la Ciudad de México, y debido a las fallas estructurales que presentaba el inmueble habilitado de colegio privado en la colonia Nueva Oriental Coapa, alcaldía Tlalpan, se derrumbó la parte destinada al área administrativa, lo que provocó la muerte de 26 personas, en su mayoría niñas, niños y adolescentes.
Cabe resaltar que la procesada no sólo era la exdirectora del colegio Rébsamen, sino que también fungía como socia mayor y administradora de las sociedades civiles, que abarcaba desde la educación preescolar a la instrucción secundaria; de acuerdo con la acusación, ella omitió atender las disposiciones establecidas en el Reglamento y en la Ley.
Con los elementos de prueba reunidos por el Ministerio Público, en colaboración permanente con los padres de familia, se pudo demostrar que “Miss Moni”, aun cuando tenía pleno conocimiento de que su conducta estaba prohibida, no respetó las normas de construcción en cuanto al número de niveles ni el tipo de uso de suelo autorizado en la zona, lo que puso en riesgo a la comunidad educativa que le correspondía proteger.