En la Ciudad de México (CDMX), durante la supervisión que realiza la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de las obras de infraestructura y reordenamiento en el Centro de Transferencia Modal (Cetram), Indios Verdes, fueron reportados descubrimientos de las épocas prehispánica y moderna, entre los que destaca el registro de un pequeño tramo de carretera, el cual podría corresponder a la primera del país, México-Laredo, inaugurada en 1936.
¿Qué se sabe de los descubrimientos del INAH en el paradero de Indios Verdes en CDMX?
A través de un comunicado, el INAH destacó que un equipo de salvamento arqueológico se mantiene en el lugar, con motivo de los trabajos que se desarrollan en el paradero para los sistemas de transporte Metrobús y Mexibús, así como por la readecuación de la avenida Insurgentes Norte, en ambos sentidos.
- Estas labores iniciaron en julio pasado y se prolongarán a inicios de 2023.
De acuerdo con Daniel Santos Hipólito, investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico, esta presencia de vestigios obedece a que la zona presenta sitios históricos importantes, como los pueblos de Santa Isabel Tola, San Pedro Zacatenco y Santa María Ticomán; por lo cual en las cercanías se han reportado hallazgos arqueológicos valiosos y sustanciales, en años pasados.
La carretera 1 México-Laredo, ¿qué se sabe?
Fue durante las excavaciones para el cajón de cimentación de la nueva estación del Metrobús y Mexibús, sobre la avenida Insurgentes Norte, donde se halló un camino empedrado. Este elemento, del que se registraron aproximadamente 45 metros de longitud, apareció a una profundidad de 62 centímetros y se construyó con roca basáltica recubierta con grava negra, sobre la cual se colocó una carpeta asfáltica de 6 milímetros de grosor.
Cotejando con fuentes históricas, el especialista comenta que podría corresponder a la antigua carretera México-Laredo. Hoy en día, refiere, aún se puede apreciar, en el cruce de las avenidas Acueducto e Insurgentes Norte, una inscripción en piedra alusiva a que en septiembre de 1936 se cortaron las arcadas del Acueducto de Guadalupe, para dar paso a esa vía de comunicación.
La carretera 1 México-Laredo estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Caminos, y formó parte de un ambicioso proyecto que buscaba enlazar la capital del país con Estados Unidos, para dejar de lado el viejo sistema de caminos reales y abrir nuevas rutas de intercambio comercial, económico y cultural.
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Reportan evidencias de antiguos pueblos ribereños
Respecto a los hallazgos de origen prehispánico suscitados en este espacio, el arqueólogo Daniel Santos Hipólito señala que en el paradero poniente de Indios Verdes, a dos metros de profundidad con respecto al nivel de piso actual, se localizó una fosa rellena de materiales cerámicos y fragmentos de hueso humano, un contexto que habla de la ocupación mexica del área, hacia 1300 d.C., y poco antes de la invasión española.
En su mayoría, las concentraciones de cerámica, recuperadas en las excavaciones, son del tipo denominado Lagos Impresión Textil, correspondiente a la fase Fase Azteca III (1403-1507 d.C.), el cual se caracteriza por vasijas usadas en la producción de sal en el México prehispánico; y otras lozas más antiguas, de la fase Azteca II (1299 y 1403 d.C.).
Los datos históricos señalan que, en la época prehispánica, el sitio que hoy ocupa el Cetram Indios Verdes, se encontraba en la ribera del Lago de Texcoco, entre los pueblos nahuas de Tulan, Ticoman y Zacatenco, este último fue un importante centro productor de sal, al igual que Ecatepec.
Tras la invasión, en 1563 se fundaría el pueblo de Guadalupe, y hacia 1678, los pueblos de Santa Isabel Tola, San Pedro Zacatenco, Santiago Atzacoalco y San Juan Ixhuatepec pasaron a formar parte de la jurisdicción eclesiástica del Santuario de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac.
El arqueólogo concluye que, debido a la importancia de los hallazgos, se contempla seguir explorando la zona, a fin de recuperar datos que permitan entender el desarrollo de las sociedades y la relación de los antiguos pueblos ribereños con su entorno, definir cuándo se dieron los primeros asentamientos y reconstruir los cambios sociohistóricos de esta área de la actual Ciudad de México.