Esperanza laboral: Central de Abasto abre sus puertas a migrantes en CDMX
La Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) se convirtió en un refugio laboral para migrantes que buscan empleo temporal mientras esperan cruzar hacia Estados Unidos o establecerse en el país.
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El sueño de un mejor futuro
Maryeris Núñez, migrante venezolana, trabaja pelando cebollas desde que llegó a la CEDA en abril de este año. Esta mujer se estableció con su pareja en la Ciudad de México, dice que están de paso, pero buscan llegar a los Estados Unidos.
Llena entre 70 y 80 costales al día, con el objetivo de ahorrar para su hija, Angelique, quien quedó se en Venezuela. Con un nudo en la garganta, afirma:
“La cebolla te hace llorar, pero el sentimiento que tú sientes por una hija es muy diferente”.
Maryeris Núñez, migrante venezolana
La joven de 25 años solicitó un permiso humanitario mediante la herramienta CBP One para ingresar a Estados Unidos, aunque todavía no ha recibido respuesta.
“Hasta enero, hasta que agarre Trump y si no me sale me quedo aquí ya”.
Maryeris Núñez, migrante venezolana
Una oportunidad que les da esperanza
Ramiro es su patrón, asegura que no había visto a tantos migrantes solicitar empleos temporales como ha ocurrido en años recientes.
“Empezamos a ver mucho migrante hace tres años para acá. Muchos migrantes de Venezuela, Colombia, Perú, Argentina, de Haití, en su mayoría de Haití”.
Ramiro Enciso, comerciante de cebolla, Central de Abasto
Actualmente, paga entre 400 y 700 pesos diarios, dependiendo del rendimiento de cada trabajador.
“Más o menos aquí las personas que vienen por día les pago yo 400 pesos y ya las personas que vienen de destajo se ganan 500, 600, hasta 700 pesos, el que trabaja bien, y el que empieza gana 200, 300 y ya cuando se enseñan, ganan bien”.
Ramiro Enciso, comerciante de cebolla, Central de Abasto
Por su parte, Didi, un migrante haitiano, también encontró empleo en la CEDA. Luego de tres años en México, espera cruzar a Estados Unidos con su familia.
“La situación política es muy grave allá por eso no hay trabajo, hay una inseguridad allá muy fuerte. Tengo una cita de CBP One, tengo una cita el 12 de diciembre para entrar a Estados Unidos”.
Didi, migrante haitiano
José Manuel Muñoz, comerciante de la CEDA, asegura que la inclusión de migrantes en su plantilla laboral es también un acto de empatía.
“El día de hoy tengo ocho migrantes… ¿En estos años cuántos sumaría?… yo creo unos 24. Yo les pago lo mismo que a todos, dos mil 200 a la semana”.
José Manuel Muñoz, comerciante de la CEDA
Datos que reflejan una crisis migratoria
Rafael Soler, experto en asuntos migratorios de la Universidad La Salle, nos cuenta que los migrantes que se asientan en todo el territorio nacional cuentan con condiciones precarias.
“En México aproximadamente en este año ha habido unas 150 mil solicitudes de refugio, posiblemente ya hablemos de algo más, el año pasado fueron 140 mil, son muchas y son pocas dependiendo de cómo se quiera ver”.
Rafael Soler, experto en migraciones, Universidad La Salle
El Reporte de Monitoreo de Protección en México 2023, “El impacto del desplazamiento forzado en la movilidad humana” de la Agencia de la ONU para los Refugiados refiere que 6 de cada 10 migrantes que cruzan por territorio mexicano tienen como destino final los Estados Unidos, mientras que 2 de cada 10 pretenden quedarse en nuestro país, principalmente de nacionalidades guatemalteca, hondureña y cubana.
Causas de la migración
De acuerdo con datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, las principales causas de la migración son:
- Falta de empleo
- Víctimas de violencia, amenazas, intimidación y discriminación
- Falta de documentos
Un acto de empatía
Elías, contador y contratista en un negocio de alimento para perros, cuenta su experiencia.
“Aquí el patrón lo que me dijo es: ‘vamos a tratar de apoyarlos como nos gustaría que apoyaran a nuestros compatriotas también de aquel lado que también emigran para allá”.
Elías Valladares, contador de local
Con él trabaja Tatiana, una joven que en su natal Venezuela tiene documentados estudios de contabilidad y eso le ayudó para colocarse en un empleo.
Relata la travesía que vivió para buscar una vida mejor, de donde viene la única certeza se basa en dos opciones, morir o vivir en miseria.
“Estaba muy complicado y en la parte donde yo vivo hay guerrilla, entonces estaba más complicado todavía, ya era justo salir”.
Tatiana, migrante de Venezuela
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Yorgelis es venezolana y a pesar de que busca cruzar la frontera norte de México, no descarta radicar por largo tiempo aquí.
“Es la meta, sólo que desde que llegué la cita no sale, ya tengo desde junio esperándola. He hecho cinco registros y todavía nada. Si llegara a suceder que me tendría que quedar, no tendría problema, sacaría todos mis papeles y siento que México da muchas oportunidades”.
Yorgelis, migrante venezolana
La Central de Abasto de la Ciudad de México se convirtió en uno de los puntos neurálgicos de empleo informal y temporal para migrantes.
“Aquí las puertas abiertas, si se quieren quedar adelante, si ya se quieren ir, los ayudamos, que cumplan su sueño”.
José Manuel Muñoz, comerciante
