A partir de ahora, el Gobierno de la Ciudad de México tritura y convierte en material para construcción cascajo de otras obras.
En la alcaldía Tláhuac se ubica la primera Planta Trituradora de Residuos de la Construcción pública en la capital. El objetivo principal es aprovechar el desperdicio de construcción para utilizarlo en obras de la Ciudad de México.
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“No es simplemente un lugar donde va a llegar el cascajo, sino que aquí puede llegar el cascajo y convertirse en un material para las obras públicas, en losetas para los senderos seguros, por ejemplo; en otro tipo de bloques para la construcción y todo eso va a ser muy bueno porque nos va a ayudar a convertirlo en instrumentos prácticos para reconstruir, construir en diversas zonas de la Ciudad de México”, destaca el jefe de Gobierno, Martí Batres.
- El proyecto contribuye al medio ambiente, a la economía y a la urbanización.
Ahora más de 500 toneladas llegan diariamente y son dos mil piezas de bloques que elaboran, informó el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva:
“La superficie del terreno son siete mil 500 metros cuadrados y se construyeron tres mil 500; tiene una capacidad para procesar 600 metros cúbicos al día de concreto ecológico, tiene una capacidad de recepción de 500 toneladas por día y de fabricación de bloques de dos mil piezas, que equivale a 400 metros cúbicos de superficie al día”, detalló.
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Finalmente, la primera acción del Gobierno local es recuperar la Laguna de San Gregorio, en Xochimilco, sitio que almacena más de 14 millones de metros cúbicos de cascajo.
“Ahí queremos sacar el cascajo que se depositó después de todos los procesos posteriores a los temblores del 85. Tengo entendido que están ahí depositados, en la laguna de San Gregorio, 14 millones de metros cúbicos de cascajo que se derivaron de las construcciones caídas y derrumbadas después de los temblores de 1985”, señaló Batres.
