La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos realizó la detención de un grupo de cinco migrantes procedentes de Colombia que ingresaron caminando por el llamado Río Nuevo, en la frontera entre Mexicali, Baja California y Calexico, California, el más contaminado de todo Norteamérica.
La Patrulla Fronteriza en el sector de Centro, California, ha documentado un incremento en el cruce ilegal de personas por este río. En menos de un año, el aumento ha sido cerca del 400%.
“En el 2021 cruzaron 1,000 personas, solamente por esta área, y en este año han cruzado 3,784”.
Ana Dávalos, portavoz de la Patrulla Fronteriza Centro, California
Los migrantes por cruzar por esta zona hacia Estados Unidos pagan entre 400 a 1,000 dólares, los riesgos son menores que en los desiertos y montañas, pero la salud es la que está de por medio.
El riesgo de cruzar el Río Nuevo para ir a Estados Unidos
La razón es que este río está compuesto de desechos agrícolas, aguas negras, descargas de industriales y excesos de pluviales urbanos. El Río Nuevo está catalogado como el más contaminado de todo Norteamérica y los migrantes lo saben.
“Y se van gateando por todo, sacando a veces la cabeza y se van lo más que se pueden para evitar que nosotros los detectemos, esas personas se van y hay muchas bocas donde ellos se pueden salir y subirse a un vehículo o tratar de subirse y tratar de irse a pie”.
José Enríquez, agente de la Patrulla Fronteriza
La estación de la Patrulla Fronteriza, en el sector del Centro, es la única donde además de los oficiales, también los migrantes les brindan una regadera para bañarse y les entregan ropa limpia, la que traían es desechada, mientras que los vehículos también deben ser descontaminados continuamente.
“Este lugar es muy peligroso, no solamente el río que está contaminado, pero toda la tierra, lo que estamos respirando, todo eso, pues, nos puede afectar de una manera u otra”.
José Enríquez, agente de la Patrulla Fronteriza
De acuerdo con la Patrulla Fronteriza de este sector, por ingresar ilegalmente a Estados Unidos por el Río Nuevo, más allá de algunas enfermedades en la piel o del sistema digestivo que en ocasiones requiere hospitalización, ningún migrante ha fallecido.
