Trump cumple amenaza e impone aranceles del 25% a “autos que no sean fabricados en EE.UU.”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 25% a todos los automóviles que no sean fabricados en Estados Unidos.
La medida busca incentivar la producción local y reducir la importación de vehículos extranjeros. Se espera que este arancel impacte a fabricantes de Japón, Europa y México, principales exportadores de autos hacia EE. UU.

Entrarán en vigor el 2 de abril
Las tarifas aduaneras estadounidenses del 25% a los automóviles extranjeros anunciadas este miércoles entrarán en vigor el 2 de abril, el mismo día que los llamados aranceles “recíprocos”.
Así te lo informamos en Uno Noticias:
Se cobrarán a partir del 3 de abril y es “permanente”, precisó el presidente republicano. Aseguró, no obstante, que sus futuros aranceles “recíprocos” serán “muy indulgentes”.
¿A qué vehículos se les aplicará el arancel del 25%?
El nuevo arancel del 25% se aplicará a vehículos de pasajeros como sedanes, SUVs, crossovers, minivans y vans de carga, así como a camionetas ligeras. Además, se incluirá a autopartes clave como motores, transmisiones, componentes de potencia y eléctricos. Según el documento, podrían ampliarse los aranceles a otros componentes en el futuro.
Excepciones por el T-MEC
Los importadores de automóviles bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podrán certificar el contenido estadounidense de sus productos. En esos casos, el arancel del 25 % sólo se aplicará sobre el valor del contenido no estadounidense.
Las autopartes que cumplan con el T-MEC quedarán exentas de aranceles hasta que el Departamento de Comercio, en conjunto con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), establezca un proceso para determinar su contenido extranjero.
¿Por qué impone Trump aranceles a vehículos?
Trump argumentó que la industria automotriz es vital para la seguridad nacional y que las importaciones excesivas han debilitado la base industrial estadounidense y generado vulnerabilidades en la cadena de suministro global. La medida también responde a los efectos de la pandemia de COVID-19, que expuso riesgos en la industria.
La acción se ampara en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que otorga al presidente la autoridad para ajustar importaciones si éstas amenazan la seguridad nacional.