No se salvan: Trump planea nuevo arancel a electrónicos pese a exclusiones actuales

El Gobierno de Estados Unidos concedió exclusiones arancelarias para una gran cantidad de productos electrónicos como teléfonos inteligentes, computadores y chips, en su mayoría importados desde China, aliviándolos de los nuevos aranceles del 125% impuestos por Donald Trump. Sin embargo, el exmandatario no planea dejar intacto el sector.
Productos clave quedan exentos, pero la amenaza persiste
En un aviso reciente a los transportistas, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) publicó una lista de 20 categorías de productos electrónicos que quedarán excluidos de los nuevos gravámenes. La lista incluye el amplio código 8471 que abarca computadores, portátiles, discos duros, chips de memoria y pantallas planas, con efecto retroactivo al 5 de abril.
Este cambio ha sido visto como un respiro para gigantes tecnológicos como Apple, Dell Technologies y otros importadores estadounidenses. Aunque no se explicaron los motivos, analistas señalan que el alivio refleja una preocupación creciente por el impacto inflacionario que los aranceles pueden tener sobre productos de alto consumo.
Trump alista otro golpe al sector tecnológico
No obstante, un funcionario de la Casa Blanca advirtió que las exclusiones solo aplican a los nuevos aranceles del 125%, y no afectan los gravámenes previos del 20% impuestos durante la crisis del fentanilo.
Además, confirmó que Trump planea abrir una nueva investigación comercial de seguridad nacional, esta vez centrada en los semiconductores, lo cual podría derivar en más aranceles para este sector estratégico.
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Relocalización forzada de producción tecnológica
La portavoz presidencial Karoline Leavitt defendió la decisión, afirmando que Estados Unidos no puede depender de China para producir tecnologías críticas como semiconductores, chips y teléfonos inteligentes. Aseguró que empresas como Apple, Nvidia y Taiwan Semiconductor ya se están apresurando a relocalizar su producción en territorio estadounidense.
Aunque se trata de un paso atrás en la postura arancelaria maximalista de Trump, las exenciones evidencian un dilema político-electoral: proteger la industria nacional sin castigar al consumidor, justo cuando los precios inflacionarios afectan a millones.
El riesgo de precios exorbitantes sigue latente
Según analistas, con un arancel del 54% —nivel anterior al ajuste— el precio de un iPhone de gama alta ya habría aumentado de mil 599 a 2 mil 300 dólares. Con el 125%, el comercio con China podría haberse paralizado casi por completo.
En 2024, los teléfonos inteligentes fueron la principal importación estadounidense desde China, con un valor de 41 mil 700 millones de dólares, seguidos por los computadores portátiles con 33 mil 100 millones, según la Oficina del Censo de EE.UU.
Trump ha centrado su nueva campaña presidencial en reducir los precios, uno de los efectos colaterales de la inflación postpandemia y la guerra en Ucrania, que han mermado la percepción económica del presidente Joe Biden y sus aliados demócratas.