Albergues en la frontera lucen vacíos tras deportaciones por la llegada de Trump

A un mes de que Donald Trump regresara a la Casa Blanca, los albergues en la frontera con México permanecen casi desiertos, a pesar de la amenaza de deportaciones masivas. Colchones sin estrenar y refugios con mínima ocupación son la constante en Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros, donde el Gobierno mexicano dispuso 12 centros de atención para deportados.
Datos clave sobre las deportaciones
- 12 mil 255 mexicanos y 3 mil 344 extranjeros han sido deportados desde el 20 de enero
- Durante 2024, el promedio mensual fue de 17 mil 200 mexicanos y 3 mil 91 extranjeros
- En la administración de Joe Biden, se deportaron 271 mil 484 personas, la cifra más alta en una década
- El flujo migratorio en la frontera sur cayó un 90% tras la eliminación de la principal vía legal de asilo
Amenaza por deportaciones y albergues sin migrantes
La coordinadora del albergue Flamingos, en Tijuana, Mónica Vega, señaló que las deportaciones masivas siguen siendo una amenaza más que una realidad. Su refugio, con capacidad para 2 mil 600 personas, atiende en promedio a 55 deportados por día.
“Estamos en emergencia desde enero, pero la avalancha de expulsados no ha ocurrido”, explicó Vega.
Algunos deportados deciden retornar a sus estados de origen en México, mientras que otros optan por permanecer cerca de la frontera, esperando una oportunidad para reingresar a EE.UU.
El caso de José de Jesús Enríquez
Uno de los deportados es José de Jesús Enríquez, mexicano que vivió en California por 24 años sin documentos. Fue detenido en Riverside y deportado a Tijuana sin posibilidad de defenderse.
“Me trataron como un delincuente, me negaron contacto con mi abogado y me sacaron a rastras”.
Migrante de México.
Ahora, trabaja en México mientras busca una audiencia legal para volver a EE.UU., donde dejó a su madre enferma de Alzheimer.
¿Qué sigue para los migrantes?
El programa “México te abraza”, implementado por el Gobierno de Claudia Sheinbaum, mantiene su operación con mil 250 funcionarios. Sin embargo, la baja afluencia ha hecho que muchos de ellos pasen el tiempo sin actividad en los albergues.
Mientras Trump mantiene la amenaza de la mayor deportación en la historia, especialistas advierten sobre el impacto económico de retirar millones de trabajadores en sectores clave como la agricultura, construcción, restaurantes y hoteles.
Por ahora, los albergues siguen listos, pero vacíos, a la espera de si la promesa de Trump se convierte en una realidad.