Vestida de blanco y deambulando por las calles, mientras lamenta con dolor la pérdida de sus hijos, es como la mayoría de los mexicanos conocen su leyenda. Pero, ¿quién es “La Llorona”, aquella fantasmagórica mujer que asusta a México desde hace siglos?
Para las fiestas de Día de Muertos 2023, en Unotv.com te decimos todo lo que tienes que saber de esta tenebrosa historia:
¿Quién es “La Llorona”?
El escritor Artemio de Valle Arizpe fue uno de los primeros en preguntarse quién era “La Llorona”, esa alma en pena que ha provocado miedo y zozobra en México desde mediados del siglo XVI.
“México estaba aterrorizado por aquellos angustiosos gemidos”.
En su libro “Historia, tradiciones y leyendas de calles de México”, el escritor señala que existen varias versiones de la leyenda de “La Llorona”.
“Unos decían una cosa, y otros, otra muy distinta”.
Algunos creían que era una viuda que se quitó la vida por amor, otros contaban que un marido celoso la asesinó con un puñal y no faltaba quien aseguraba que “La Llorona” era la célebre doña Marina, la Malinche, señala De Valle Arizpe.
“La Malinche venía a este suelo con permisión divina a henchir el aire de clamores, en señal de un gran arrepentimiento por haber traicionado a los de su raza”.
Pero el escritor no es el único que se ha preguntado quién es “La Llorona”, ya que incluso hay quienes han asegurado que se trata de una diosa prehispánica, o al menos así lo dejan ver los textos de fray Bernardino de Sahagún, quien relata cómo la diosa Cihuacoatl enumeró los presagios de la llegada de los españoles y la destrucción de la capital azteca.
“El sexto pronóstico fue que de noche se oyeran voces, muchas voces, como de una mujer angustiada y que con llanto decía: ‘¡Oh, hijos míos, que ya ha llegado vuestra destrucción!’”.
De Valle Arizpe la describe como una mujer “envuelta en un flotante vestido blanco y con el rostro cubierto con un velo”.
“¡Ay, mis hijos!”
Hoy en día existen varias versiones de la leyenda de “La Llorona”, pero todas coinciden en que se trata de una mujer que, luego de ser traicionada por un hombre, asesinó a sus hijos. Un alma en pena que recorre las calles gritando: “¡Ay, mis hijos!”.
“Los corazones se vestían de temor al oír aquel lamento largo, agudo, que venía de muy lejos e iba acercándose, poco a poco, cargado de dolor”.