Montserrat Oliver enfrenta su pasado: besa a la cría de la leona que le mordió el dedo

| 18:54 | Alejandra Guzmán | Agencia
Montserrat Oliver perdió parte del dedo tras mordedura de leona
Montserrat Oliver perdió parte del dedo tras mordedura de leona. Foto: Cuartoscuro

Montserrat Oliver recordó, con una fotografía, cuando una leona le comió parte de un dedo de la mano. A través de su cuenta oficial de Instagram, la conductora compartió una postal junto a la cría de la felina que se comió parte de su dedo hace años.

“Yo besando al hijo de la leona que me comió parte de mi dedo”, escribió la presentadora de televisión.

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Después de que Montserrat Oliver compartiera la publicación, varios seguidores y amigos de la presentadora reaccionaron y reconocieron el valor de la famosa.

“Amiga, qué fuerte eres”, “Me creaste un nuevo trauma, no debí ver la segunda foto”, “Y no entendió”, “Quienes amamos a los animales sabemos de su naturaleza y nos puede más el amor”, “Soy muy tu fan”, “Eres tan valiente”, “Qué recuerdos”, “Fuiste arriesgada”, son parte de los comentarios que se pueden leer en la publicación.

¿Cómo fue que la leona le comió parte del dedo a Montserrat Oliver?

En una entrevista con Yordi Rosado, Montserrat Oliver recordó cómo fue el momento en el que perdió la parte superior de uno de sus dedos. De acuerdo con la famosa, el exceso de confianza causó que la leona le arrancará y se comiera parte de su dedo.

“Había una leona en una jaula… como gatito se acercaba en la reja y la tocaba, quería que la acariciara. Meto la mano, la agarraba, me chupaba, le agarré un colmillo. Al ver la confianza de la leona, yo, inconsciente, porque primero hago y luego pienso, yo la acariciaba. En una de esas me chupa (el dedo) y cierra, ella jala y yo jalo y digo ‘ay, me mordió’ y veo que se pasa algo”.

Sin embargo, Montserrat Oliver destacó que la leona no tenía planes de atacarla, pues ella tenía el brazo completamente al interior de la jaula del animal salvaje.

“Si me hubiera querido atacar, me arranca el brazo porque yo tenía el brazo metido en la jaula. Nunca me quiso atacar”.