Amores imposibles, pérdida de la memoria y locura: los clichés de las telenovelas mexicanas
¿Qué si las telenovelas mexicanas están cargadas de clichés? Sólo basta recordar en lo que opinan por ahí: que estas producciones cuentan la misma historia, una y otra vez. Más allá de si esto es real o no, te compartimos un recuento de circunstancias que vemos repetidas en estos dramas que marcaron a generaciones.
Estos clichés en las telenovelas mexicanas hacen predecibles lo que va a pasar en la historia, sin embargo, también funcionan como la fórmula que provoca que el público se enganche. En este conteo descubrirás cómo una situación que podría ser trágica, suele rayar en lo divertido debido a matices como la ironía y la exageración.
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Clichés de telenovelas mexicanas clásicas
- El amor imposible entre ricos y pobres
En materia de clásicos, se encuentra la historia de amor entre dos personas que pertenecen a dos clases sociales distintas, algo así como el “Amor prohibido” de la canción de Selena.
En la situación, la mayoría de las veces es una joven la que tiene un origen humilde y encuentra a “su príncipe azul” en su amado, perteneciente a una familia adinerada.
Durante la trilogía de Thalía sí que se explotó este elemento, incluso desde el título de los melodramas como “María la del Barrio”. Antes, en “María Mercedes” se vio algo similar y de igual manera en “Marimar”.
Además, una frase intrínseca en estos romances era: “Carlos Daniel, nuestro amor no puede ser“, recordando otro caso de lo mismo en “La Usurpadora” con Fernando Colunga y Gaby Spanic.
- Pérdida de la memoria
Típico que este pesar caiga en la protagonista. Es muy común ver a la figura estelar padeciendo por falta de recuerdos y esto hace que la historia tenga un giro… ¿inesperado?
En “Sortilegio” pasó con Jacqueline Bracamontes, su pareja sentimental fue William Levy. La mujer olvida hasta a su amado y esto provoca en él un sufrimiento sin consuelo.
- Los hijos perdidos o robados
En varias ocasiones se ha visto a las protagonistas pasar por algo así. En “María la del Barrio”, a la estrella de la historia le “roban” a su “Nandito” cuando ella atraviesa por una crisis.
Un caso más reciente es en “El Ángel de Aurora” con Natalia Esperón como protagonista y Moisés Peñaloza, interpreta a su hijo.
Casualmente las madres tienen una cercanía con sus hijos y lo que hace de esto un misterio que mantiene el interés de la audiencia, es que por un tiempo ninguno de los dos sabe que los une un lazo más fuerte.
- Las gemelas buenas y malvadas
No pueden faltar las gemelas, que a pesar de ser idénticas, tienen personalidades opuestas e incluso claroscuros como el que una es la bondad andando y la otra la maldad en vida.
En “La Usurpadora”, Paola Bracho es la mala de la familia, al grado que logra que su hermana ocupe su lugar.
Otra ocasión en la que fue usado el cliché es en la telenovela de las trillizas interpretadas por Lucero, “Lazos de Amor”. Ahí, dos hermanas eran puro amor, María Fernanda y María Guadalupe, la villana fue María Paula.
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- La villana de mirada fiera y malévola
Y las malas muy malas hasta han pasado a la inmortalidad. Dos casos sobre villanas que hacen del desdén un estilo de vida y por si fuera poco, son las protagonistas, Rubí y Teresa.
Además de sus expresiones, sus acciones son las que han impactado a los televidentes como en el caso de “Marimar” cuando Chantal Andere en su antagónico de Angélica Santibáñez hace que la protagonista (Thalía) saque una joya del lodo con la boca.
- La villana que se vuelve loca
Otro cliché más es el destino final de las villanas. En el universo telenovelesco pueden terminar en la ruina, quemadas, locas o en un accidente fatal.
En “La Dueña”, con Angélica Rivera, Cynthia Klitbo pierde la razón y años más tardes en una nueva versión del melodrama, “Soy tu dueña”, Gaby Spanic se encarga del mismo papel que también tiene alucinaciones en la trama, en las que ve a las personas que la relacionan con un asesinato.
Otra escena memorable de Cynthia Klitbo es cuando se rapa en “El Privilegio de Amar”.
Mostrar el deterioro de estos personajes es otra de las fórmulas exitosas.
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- La transformación de la cenicienta
Es un recurso de antaño en el que la heroína tiene un cambio drástico por azares del destino y de su origen humilde, reaparece con una identidad nueva tanto en lo físico como en lo social. En algunas de las historias, las protagonistas se cambian el nombre hasta que se descubre la verdad.
Se vio con una joven Victoria Ruffo en “Simplemente María” (1989), la protagonista pasó de ser la empleada de una casa, a la que engaña el hijo de la familia adinerada y la deja embarazada, a una respetable diseñadora con su propia casa de modas que termina encontrando el amor verdadero.
En “María Isabel” con Adela Noriega y Fernando Carrillo Ocurre lo mismo, es la adaptación de la película que anteriormente protagonizó Silvia Pinal.
Silvia Navarro es la estrella de una historia similar en “Cuando seas mía”, en la que una joven recolectora en los cafetales (Paloma) logra convertirse en una exitosa empresaria. El melodrama mexicano está basado en el colombiano, “Café con aroma de mujer”, de él se hicieron dos versiones más, “Destilando Amor” con Angélica Rivera y en 2021 con William Levy como el protagonista masculino.
- La redención final
Es cuando los personajes terminan en el lado bueno. Por muchos que los espectadores sospechen sobre lo que va pasar, terminan satisfechos al comprobar que sus pronósticos fueron cumplidos.
En “Soñadoras” varios de los jóvenes superan el problema de las adicciones, mientras en “La Mentira”, el protagonista Guy Ecker cambia con su amada, Kate del Castillo y de tratarla con desprecio como parte de una venganza, le da la vida que siempre soñó.