Carlos Carrera recuerda amenazas de muerte que vivió por “El crimen del padre Amaro”
En 2002, el cineasta mexicano Carlos Carrera enfrentó amenazas de muerte y una intensa polémica por su película El crimen del padre Amaro, así lo reveló en el podcast “3,2… Uno, la entrevista”.
“Amenazaron con que iban a poner una bomba, un grupo que se llamaba Cristeros del siglo XXI, ellos dijeron, que si se estrenaba la película iban a poner bombas en los cines”, reveló Carlos Carrera.
La cinta, protagonizada por Gael García Bernal, Ana Claudia Talancón, Sancho Gracia y Angélica Aragón, aborda los conflictos éticos y morales de un joven sacerdote que se enamora de una feligresa, lo que lo lleva a cuestionar los principios de la institución religiosa.
¿De qué trata “El crimen del padre Amaro”?
Basada en la novela homónima del escritor portugués José Maria de Eça de Queirós (1875), la película se convirtió en uno de los mayores éxitos del cine mexicano, pero también en una de sus producciones más controversiales.
El crimen del padre Amaro es una película mexicana, que narra la historia de un joven sacerdote enfrentadose los dilemas éticos y las tentaciones personales en un pequeño pueblo rural.
La trama sigue al padre Amaro, un sacerdote de 24 años que llega a la parroquia del padre Benito para asistirlo en sus labores religiosas. En el pueblo, Amaro conoce a Amelia, una joven de 16 años, con quien desarrolla una relación que pone a prueba sus votos sacerdotales.
Además de sus conflictos personales, el padre Amaro descubre que el padre Benito recibe dinero de narcotraficantes locales para financiar las actividades de la parroquia. Asimismo, otro sacerdote de la diócesis es sospechoso de colaborar con grupos guerrilleros.
Frente a estas situaciones, Amaro se debate entre su compromiso religioso, las presiones institucionales y sus sentimientos hacia Amelia, buscando proteger su carrera sacerdotal a toda costa.
La película, dirigida por Carlos Carrera, aborda temas como la corrupción, la moralidad y los conflictos internos en el contexto de la Iglesia Católica.
“Una película que casi no se realiza”: Carlos Carrera
El director, Carlos Carrera, explicó el largo proceso que llevó a la realización del filme. “Es una película que se quiso hacer en los 70s con Alberto Isaac y la producía Alfredo Ripstein. Luego se le ofreció a Felipe Cazals, pero no hubo acuerdo. Finalmente, me invitaron a mí y trabajé el guion con Vicente Leñero. Todos estábamos muy contentos; pensábamos que hacíamos una película sobre un cura enamorado de una muchacha, un tema que ya se había hecho muchas veces”.
La película logró concretarse gracias a la colaboración de Leñero, quien adaptó la novela, y de un elenco sólido encabezado por Gael García Bernal, en un momento clave de su carrera tras el éxito de Amores Perros (2000) y Y tu mamá también (2001). Por su parte, Ana Claudia Talancón debutaba en un papel protagónico en cine.
La reacción de la jerarquía católica
Carrera recordó, que la polémica inició cuando miembros de la jerarquía católica vieron la película en un evento de distribución. “Se enteraron y empezaron a correr rumores. Luego vino una campaña en prensa y llamadas de la Secretaría de Gobernación. Incluso se decía que ver la película era un pecado y que los espectadores podrían ser excomulgados”.
La polémica alcanzó a otros países con mayoría católica, como Estados Unidos, Colombia y Chile, donde también hubo manifestaciones en contra de la película. Sin embargo, estas críticas no frenaron su éxito.
La atención mediática, según Carrera, incluso ayudó a amplificar su alcance, convirtiéndola en un fenómeno internacional.
Éxito y reconocimiento global de “El crimen del padre Amaro” de Carlos Carrera
A pesar de la controversia, El crimen del padre Amaro logró importantes reconocimientos. Fue nominada al Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional, participó en festivales internacionales y llegó a ser vista en todo el mundo.
“Tuvo la oportunidad de recorrer el mundo. En un año donde salieron varias películas críticas hacia la Iglesia, como las que abordaban temas de pederastia, se sintió parte de un movimiento global que cuestionaba instituciones religiosas conservadoras”, concluyó Carlos Carrera.