El cuarto juego de la final en la liga de basquetbol de Grecia tuvo que ser suspendido por la violencia que se registró en las gradas del Olympic Indoor Hall (OAKA).
La violencia se generó durante los primeros minutos del tercer cuarto del partido entre Panathinaikos y Olympiacos cuando los aficionados comenzaron aventar objetos, bombas de humo, bengalas y botellas sobre el banquillo del Olympiacos.
El juego estaba a favor de Olympiacos, quien iba ganando 63-35, además aventajaba la serie 2-1, pero por los disturbios generados en las gradas el encuentro tuvo que suspenderse y los equipos fueron mandados a los vestidores.
Los árbitros estaban en el vestidor, y tras varias consultas, decidieron que se desalojara la arena y se diera por suspendido el juego, lo que generó mayor molestia entre un grupo de aficionados, que comenzaron a destruir y lanzar los asientos a la duela, a saquear lo que encontraban, a liarse a golpes en la tribuna y provocar algunos incendios cercanos a la duela.
Entonces la policía procedió a desalojar el recinto, pero los incidentes siguieron, por lo que se decidió dar por finalizado el encuentro y otorgar el triunfo al equipo de Olympiacos, al ganar la serie 3-1.
También una de las imágenes que se volvieron virales fue la que protagonizó el entrenador del equipo ganador, Georgios Bartzokas, quien fue señalado por numerosos rayos láser desde las gradas.