Buscan recrear seis colores prehispánicos
El azul maya, pigmento ancestral de origen mesoamericano, ha sido recreado por el escultor y promotor cultural Luis May, quien ahora busca recuperar los seis colores prehispánicos de la cosmovisión maya: azul, verde, rojo, amarillo, negro y blanco.
Azul maya: símbolo de la espiritualidad y los rituales mayas
Este pigmento, presente desde el periodo Clásico (300-700 D.C.) en zonas como Bonampak, Chichén Itzá, Mayapán y Cobá, tuvo usos religiosos, artísticos y medicinales, y se aplicó en murales, paredes y cuerpos durante rituales y ofrendas. Según May, el azul estaba asociado a Chaa’c, dios de la lluvia, y era considerado su alimento, por lo que se utilizaba para pintar vasijas y cuerpos en sacrificios.
Recreación del pigmento ancestral con aval científico
Luis May logró en 2019 la recreación del azul maya utilizando la planta “indigodera suffruticosa“, conocida en lengua maya como ch’oj, y el mineral paligosquita, logrando un enlace molecular que da origen al color. Este proceso fue validado por el científico David Butti, del Instituto Florentino, y el investigador Rodolfo Palomino, de la Universidad Autónoma de Puebla.
El simbolismo cromático de la cosmovisión maya
May explica que los colores estaban ligados a los puntos cardinales: el blanco al norte, el negro al oeste, el rojo al este, y el amarillo al sur. El centro, representado por el árbol sagrado Yaaxché o ceiba, sostenía el universo con el verde y azul, elementos clave del cosmos maya.
Actualmente, además del azul, May ha logrado reproducir el verde y el rojo prehispánicos, y continúa su investigación para completar la paleta con el amarillo, negro y blanco.