Un nuevo estudio reveló que un pequeño pez transparente es capaz de emitir ruidos de más de 140 decibelios, siendo incluso más fuertes que el barrito de un elefante, que sólo alcanza los 110 decibelios aproximadamente.
Se trata del pez especie Danionella cerebrum, un teleósteo en miniatura con el cerebro de vertebrado más pequeño conocido hasta ahora. Es una especie pequeña de pez translúcido que vive en aguas poco profundas frente a Myanmar.
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Según los expertos, los machos de este tipo de pez pueden producir sonidos en contextos sociales. Sus vocalizaciones se componen de pulsos discretos con un amplio espectro de frecuencia superior a 20 kHz y tienen una duración de alrededor de 2,5 ms y van seguidos de un “pulso posterior” más silencioso.
“Esto es comparable al ruido que un ser humano percibe de un avión durante el despegue a una distancia de 100 metros y bastante inusual para un animal de tamaño tan diminuto“, dijo el autor del estudio Ralf Britz, ictiólogo del Museo de Historia Natural Senckenberg en Dresde, Alemania, en un comunicado de prensa retomado por CNN.
¿Cómo es esto posible?
Aunque los peces miden sólo de 10 a 12 mm de largo, la amplitud de un solo pulso puede alcanzar niveles de presión de más de 135 dB a una distancia de 35 mm, correspondiente a una amplitud de aproximadamente 147 dB en 1 cuerpo. Lo cual es, de acuerdo con los expertos, muy inusual para un animal de su tamaño.
Los instigadores descubrieron que este pez posee un aparato de producción de sonido único (que incluye un cartílago que tamborilea, una costilla especializada y un músculo resistente a la fatiga) que permite al pez acelerar el cartílago que tamborilea con fuerzas extremas y generar pulsos rápidos y fuertes.
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Esto es importante debido a que la producción de sonido y la respiración están acopladas, pero los peces, salvo algunas excepciones no respiran aire; por lo tanto, los mecanismos que utilizan para la producción de sonido no están acoplados con el flujo de aire sino que dependen de otros mecanismos.
Este descubrimiento desafía la noción convencional de que la velocidad del movimiento esquelético de los vertebrados está limitada por la acción muscular.