Investigadores en los Estados Unidos desarrollaron un robot anfibio, inspirado en dos tipos de tortugas, el cual cuenta con extremidades capaces de cambiar de forma y función según el entorno al que se enfrente.
Esta tortuga robótica anfibia, también llamada ART, se encuentra inspirada, de acuerdo con sus desarrolladores, en las tortugas terrestres y acuáticas y tiene la capacidad de poder transformar sus patas en aletas antes de entrar al agua, posibilitándola para todo tipo de terreno.
Este diseño innovador permite que el robot inspirado en estos animales navegue por entornos submarinos complejos con facilidad y flexibilidad, lo que lo hace ideal para una variedad de aplicaciones científicas e industriales.
“Reemplazamos las piernas de este robot, que generalmente están hechas de materiales fijos, con materiales que se transforman”, dijo a la agencia de noticias Reuters, Robert Baines, estudiante de doctorado en la Universidad de Yale en Estados Unidos.
Baines agregó que al hacer esto “estamos permitiendo que el robot tortuga cambie la forma de su extremidad para especializarse en la locomoción en diferentes entornos”.
¿Cómo cambia de forma el robot?
Las extremidades del robot tortuga pueden adaptar su forma, rigidez y comportamiento utilizando materiales de rigidez variable y músculos artificiales para transformar su forma al pasar de un entorno a otro.
En tierra, ART puede usar una variedad de pasos terrestres de cuatro patas y luego transformar sus patas en aletas cuando sea necesario.
“Tomamos los pasos inspirados en las tortugas terrestres y acuáticas y las formas funcionales de sus extremidades, y los combinamos en un solo sistema robótico”, dijo Baines.
El equipo cree que este nuevo robot tortuga que cambia de forma podría ayudar a estudiar la física de la locomoción y realizar trabajos como el monitoreo ambiental. Otro caso de uso potencial es, por ejemplo, el apoyo a los buceadores, ya que podría transportar materiales o herramientas desde la tierra a un sitio de trabajo sumergido donde están los buzos.
