Legisladores del estado de Tamaulipas prohibieron recientemente la amputación de colas y orejas a los animales de compañía, dado que constituyen una agresión física. En Unotv.com preguntamos a los expertos ¿por qué no se debe cortar la cola ni orejas a los perros?
¿Por qué no se debe cortar la cola ni orejas a los perros?
Paulina González, médico veterinario de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) señala que este tipo de procedimientos “responde a la necesidad cuando los perros tenían una función zootécnica”, sin embargo, actualmente es un procedimiento innecesario que provoca mucho dolor en los animales, dado que se trata de la amputación de una parte de su cuerpo.
Por su parte, Luis Fernando de Juan, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), añade que es importante “respetar la morfología normal y natural de los animales, así como tomar en cuenta tomar en cuenta que en todos los casos de este tipo de amputaciones el perro va a sentir dolor por muy pequeño o grande que sea”.
“Sea pequeño o sea adulto va a sentir dolor y simplemente por eso creo yo deberíamos estar en contra de causarle cualquier dolor a cualquier criatura”.
Luis Fernando de Juan, académico UNAM.
Por ello, ambos especialistas sugieren no llevar a cabo dichas prácticas.
“Nosotros como los domesticadores de los perros debemos ser responsables por su salud física y mental por lo tanto para mi es inconcebible que una persona que conviva con un perro, quisiera causarle dolor de cualquier forma”, dice De Juan.
“Quieran a sus perritos como son, no necesitan hacerle ninguna modificación, ellos son preciosos así como están”.
Paulina González, médico veterinario.
¿Qué pasa si se corta la cola y orejas a los perros?
Además del dolor que implica la amputación de estas partes del cuerpo de los perros, González señala que un mal procedimiento puede desencadenar problemas que afecten la salud y el bienestar de las mascotas, como lesiones, infecciones e incluso la muerte.
Pero eso no es todo, los expertos señalan que cortar la cola y orejas de los perros también es un acto que limita la capacidad de comunicación del animal con su propietario, sus congéneres y su ambiente.
Según De Juan, “desde el punto de vista del comportamiento, los perros tienen una muy compleja comunicación ya que al no tener un lenguaje verbal tan complejo como el humano, utilizan distintas vocalizaciones como gruñidos, ladridos y aullidos, pero también por las posiciones de su cara, sus orejas, el tamaño de la pupila, la posición del cuerpo, la piloerección, los olores y una parte importante de esta comunicación entre perros es la posición de la cola”.
“Un animal que debería tener la cola completa que se comunicaría eficientemente con sus congéneres al tenerla amputada pierde esa capacidad de comunicarse a través de las posiciones de su cola”.
Luis Fernando de Juan, académico UNAM.
¿Cuándo sí es recomendable cortar la cola u orejas a los perros?
“Debemos tomar en cuenta algunas patologías en donde es absolutamente necesario amputar las orejas o cola porque el animal podría estar padeciendo una infección o neoplasia”, advierte el experto.
Este tipo de procedimientos quirúrgicos se pueden realizar, señala Paulina González cuando por ejemplo “tenemos un perro que se lesiona o que se está automutilando la cola”.
Y ambos reiteran que “la amputación para fines estéticos definitivamente no se debe de hacer”.
“Nosotros debemos de ser respetuosos con todas estas formas de vida”.
Luis Fernando de Juan, académico UNAM.
¿Por qué se realiza la práctica de cortarle la cola y orejas a los perros?
Luis Fernando de Juan señala que “amputar colas y orejas a los perros es una práctica antiquísima, la cual dependía de las funciones zootécnicas de los animales, por ejemplo la caza o la guerra”:
“Los perros que se dedicaban a la cacería de animales feroces como podrían ser osos, lobos, acostumbraban a cortarles las orejas, porque las orejas tienen muchos vasos sanguíneos en caso de que estos animales fueran heridos por la presa en las orejas y también en la cola que también tiene vasos sanguíneos importantes podría arriesgarse en primer lugar a una hemorragia y en segundo lugar a infecciones”.
Sin embargo, el académico de la UNAM señala que a lo largo de la historia de la humanidad distintas civilizaciones y culturas realizaban este tipo de prácticas de acuerdo a sus creencias o costumbres.
Por ejemplo, De Juan menciona que “en algunos lugares de lo que hoy es Reino Unido, se empezó a cobrar un ‘impuesto por la punta de la cola de los perros‘”:
“O sea una persona que tenía un perro tenía que pagar impuestos y el pretexto es que tenía cola por lo tanto la gente adinerada que tenía perros, pues pagaban el impuesto para no cortarles la cola; pero la gente que no tenía ese poder adquisitivo, empezó a amputarles la cola para no pagar el impuesto”.
Incluso, el experto señala que paralelamente al impuesto existía una ley que prohibía cortarle la cola a los perros con cualquier objeto punzo cortante, por lo que los propietarios mordían la cola de los cachorros cuando nacían para así no pagar el impuesto y tampoco infringir la ley por haberlas cortado ni con tijeras o cuchillas”.
“Hasta hace muy poco tiempo había en la ciudad o barrio que vivieras, dos o tres “mordedores de cola”, entonces cuando nacían los cachorritos mandaban traer al mordedor de colas del barrio y esta persona con los dientes cortaba la cola”.
Luis Fernando de Juan, académico UNAM.
Otro motivo por el cual se cortaba la cola a los perros, hace poco más de dos mil años, en los tiempos de los romanos, era porque “se creía que los perros se aliviaban de la rabia cortándoles la cola o que cortándoselas ya no les iba a dar”.
Este tipo de sucesos históricos derivaron en lo que se llama actualmente “amputaciones estéticas”, dice De Juan.