Un meteorito de gran tamaño impactó la atmósfera terrestre, generando una explosión cuya luz y sonido fueron visibles y audibles en Australia. Uno de los detalles más sorprendentes fue su distintivo color verde, el cual tiene una explicación científica fascinante.
- Medios australianos detallaron que la caída de la roca se registró alrededor de las 21:30 horas del sábado 20 de mayo (tiempo de Australia)
¿Por qué el meteorito provocó un destello verde en los cielos de Australia?
La mayoría de los meteoritos están compuestos de condrita pétrea; sin embargo, en el caso de este meteorito en Australia, el color verdoso antes del impacto probablemente se debió al sobrecalentamiento de los fragmentos de hierro y níquel cuando la roca se rompió antes de tocar el suelo, explico la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La fricción acumulada genera el brillo característico y, finalmente, la ruptura que provoca el destello y el estampido sónico”, explicó la UNAM.
El aeropuerto de Cairns, en Australia, capturó en video el deslumbrante destello verde del meteorito en el cielo.
La intensidad de la luz fue tan impresionante que pudo ser vista desde varias ciudades australianas, desde Queensland hasta Mackay. El ruido también alertó a las personas que se encontraban en las calles.
La frecuencia de estos encuentros celestiales
Aunque los impactos masivos de asteroides son poco comunes, nuestro planeta recibe visitantes espaciales más pequeños de manera diaria.
Aproximadamente, 100 toneladas de material interplanetario, en su mayoría pequeñas partículas de polvo, llueven sobre la Tierra a diario. Estos desechos planetarios, desde granos de arena hasta rocas, crean los famosos meteoritos que se conocen como “estrellas fugaces” y que se pueden admirar en las noches oscuras y despejadas, dijo la UNAM.
¿Por qué llegan los meteoritos hasta la Tierra?
Los asteroides, objetos celestes que orbitan alrededor del Sol, al igual que los planetas, han estado en movimiento durante miles de millones de años. Sin embargo, pequeños efectos, como las ondas gravitacionales generadas por los planetas, pueden alterar sus órbitas o incluso reposicionarlos repentinamente en caso de encuentros planetarios cercanos. Así es como, con el tiempo, algunas de estas órbitas pueden cruzar el camino hacia la Tierra.