La ciencia ha detectado que los animales pueden presentar emociones básicas como miedo, alegría, angustia, enojo e incluso desagrado, aseguró Diana Merino Lima, académica de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Animales sienten y tienen empatía
Pero eso no es todo, porque la académica aseguró que incluso, en el caso de los perros, estos pueden percibir emociones humanas como tristeza, enojo o desagrado a través de la gesticulación facial.
“En pocas palabras, nosotros no sabemos hablar el lenguaje de perros y gatos, pero ellos identifican nuestro lenguaje corporal de forma muy eficiente”, dijo Merino Lima.
Estudios de resonancia magnética han mostrado cómo los perros procesan emociones y empatía, y reconocen no sólo la voz sino también las gesticulaciones, tanto de personas conocidas como desconocidas. Incluso, buscan generar bienestar en individuos que no se sienten bien.
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Sin embargo, debido a que los animales no pueden expresar lo que sienten, sí es posible identificar qué les pasa a través de su lenguaje corporal, es decir, de las posiciones del cuerpo. Para ello, la medicina ha estudiado qué pasa por la mente de los animales, dando origen al catálogo de conductas conocido como etograma.
Estos etogramas ayudan a determinar, por ejemplo, si un gato mueve su cabeza a la izquierda o derecha según un estímulo agradable o desagradable.
Existen etogramas corporales de los caballos, caninos silvestres y domésticos, e inclusive de los gestos faciales de los gatos.
Por su parte, Sofía Rodríguez, coordinadora de la especialidad de Etología Clínica en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explicó que, señales como bajar las orejas o alejar la mirada indican miedo, mientras que una postura de juego y mover la cola señalan que está contento.
Y que, si un perro muestra conductas positivas como dormir, jugar o lamer en casa, indica que disfruta la interacción con su familia. Por el contrario, si se esconde o evita el contacto, puede estar triste o asustado.
Cuidado de los animales ayuda a entender sus emociones
A pesar de los etogramas, no hay una descripción exacta que indique, por ejemplo, que un perro está completamente feliz, indicó Merino Lima.
Por ello, destaca que es importante ser cuidadosos en la interpretación de sus gestos, como el movimiento de la cola, que no siempre indica contento.
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Los vínculos emocionales entre perros y personas son muy particulares. Cada binomio o familia puede interpretar, por ejemplo, el ladrido de su can según distintas situaciones, destacó la experta.
“Los humanos pueden diferenciar el comportamiento del perro o del gato con diferentes personas o miembros de la familia. Generalmente, el vínculo emocional más fuerte se da con quien más interactúa con ellos”, dijo.