En Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) existe un oasis que calma la sed de parte de su comunidad. Es Jugo de Nube, uno de los pocos sistemas que hay en el país de cosecha de agua de lluvia para consumo humano.
Luis Gutiérrez, Subdirector de Proyectos para Comunidades Seguras y Sustentables, señala que su potabilidad está científicamente comprobada.
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“El sistema de captación de agua pluvial Jugo de Nube lo instalamos en el año 2013 y desde entonces arrancamos un proceso de medición de todas las condiciones que tiene el agua para saber si era segura o no y dotarla para consumo humano; estuvimos muestreándolo durante dos años continuamente todos los parámetros físicos y químicos y los parámetros biológicos con el propósito de ofrecer el agua pluvial como una alternativa para beber”.
Luis Gutiérrez / Subdirector de Proyectos para Comunidades Seguras y Sustentables, UNAM.
Jugo de Nube se construyó en conjunto con la asociación civil Isla Urbana. Hiram García habla del detallado proceso que transitó:
“El Instituto de Geofísica auditó con rigurosidad científica, estuvo auditando que efectivamente fuera agua apta para beber. Tiene las dos partes, una parte académica científica muy fuerte que nos respalda, obviamente, la ingeniería y el diseño que se le metió a este proyecto”.
Hiram García / Director de Ingeniería de Isla Urbana.
El maestro Luis Gutiérrez explica que el techo de vidrio de casi 200 metros cuadrado del edificio de Programas Universitarios fue idóneo para captar el agua.
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“Ahí arranca nuestro proceso de captación en una lluvia fuerte, cuando arrancan las temporadas de lluvias, en una lluvia fuerte el techo capta el agua que cae por ahí, se conduce a través de una tubería hacia un separador de agua de lluvias de primeras aguas, donde la primera lluvia que contiene mucho polvo y algunos contaminantes se desecha y una vez que se desecha ese volumen, son 400 litros, seguimos captando y en la siguiente agua que se capta es de muy buena calidad”.
Luis Gutiérrez / Subdirector de Proyectos para Comunidades Seguras y Sustentables UNAM.
Luego de una caída de 10 metros entra al primer filtro llamado Tlaloque, por Tláloc, Dios de la lluvia. Por decantación sube y llena dos tinacos, cada uno de 30 mil litros. Los siguientes pasos son muy importantes.
“Vemos dos filtros, uno de 90 micras y un filtro de 10 micras y además tenemos un filtro de carbón activado para eliminar algunos elementos que puedan estar contenidos en el agua. Una vez que pasan por estos vamos cerrando la malla de 90 micras, luego a 10 micras y luego los dos dispensadores tenemos un filtro que cierra todavía más a cinco micras y luego a tres micras y el último paso es añadirle un desinfectante para que el agua vaya con total seguridad”.
Luis Gutiérrez.
Los 100 trabajadores de este centro llevan una década tomando esta agua de lluvia en dos dispensadores.
“Si sigue lloviendo y la temporada es larga se siguen, conforme se va consumiendo se siguen llenando, cuando termina la temporada terminamos con 60 mil litros de agua disponible y eso, pues nos dura hasta febrero o marzo”.
Luis Gutiérrez.
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El beneficio se multiplica. Jugo de Nube tiene un bebedero para la comunidad estudiantil.
“La conocí hace poco antes de la pandemia; es un sabor muy fresco, es diferente al resto de los bebederos”; “Es muy rica, sale siempre fresca y no sabe tanto a cloro como los demás bebederos”.
Testimonios de estudiantes.
Hiram García asegura que Jugo de Nube desmitifica que al agua de lluvia no es apta para beber.
“Ha habido diversos artículos que nos dicen, el agua de lluvia tiene contaminación, lo cual es cierto, pero les falta decir, esa contaminación se puede revertir, se puede tratar. No nos quedamos en el problema, sino cómo puedes eliminarlo, reducirlo, para que esa agua se convierta en un recurso disponible para la gente”.
Hiram García / Director de Ingeniería de Isla Urbana.
La cosecha de agua que se realizó en este programa de Jugo de Nube termina entre febrero o marzo, posteriormente este bebedero se conecta a la red de agua de Ciudad Universitaria para beneficio de todos los estudiantes.