Observan objetos interestelares con características únicas

| 11:31 | Alberto Estrada | Europa Press
Foto: ALMA.-ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), T. Shimonishi et al. (Niigat)

Astrónomos identificaron dos enigmáticos objetos helados interestelares con el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) en Chile. Estos cuerpos celestes presentan características únicas que no pueden explicarse por ningún objeto conocido en su clase, lo que sugiere la posible existencia de una nueva categoría de objetos en el universo.

Hielos interestelares y el origen de la vida

Se cree que las moleculares orgánicas esenciales para la vida se forman en el espacio, pero los mecanismos exactos de su origen y su llegada a los planetas siguen siendo un misterio. Un elemento clave en este proceso es presencia de hielo en entornos interestelares.

En las frías regiones, densas y protegidas de la galaxia, los átomos y moléculas se adhieren a las partículas de polvo submicrométricas, facilitando la formación de hielos interestelares. Este proceso es similar a la formación de nieve en las nubes terrestres.

Descubrimiento y observaciones

Investigadores de la Universidad de Niigata y la Universidad de Tokio utilizaron el telescopio ALMA para analizar el gas molecular en estos dos objetos, antes detectados por el satélite infrarrojo japonés AKARI en 2021. Se sabe que son ricos en hielos interestelares con agua y moléculas orgánicas, pero sus propiedades siguen sin estar claras.

Generalmente, los hielos interestelares se encuentran en densas nubes formadoras de estrellas. Sin embargo, estos dos objetos no pertenecen a ninguna región conocida de formación estelar, lo que hacen más aún enigmáticos.

El equipo de investigación utilizó el telescopio ALMA para observarlos en una longitud de onda de aproximadamente 0,9 mm. Si bien las observaciones infrarrojas son efectivas para estudiar materiales sólidos, las observaciones de radio son más útiles para analizar el movimiento y la composición de los gases asociados.

Si estos dos objetos interestelares estuvieran formando estrellas, la alta resolución espacial y sensibilidad de ALMA detectarían varias emisiones moleculares. Además, si una nube molecular no detectada previamente estuviera presente en la dirección de estos objetos, aparecería como emisiones de gas extendidas espacialmente en monóxido de carbono.

Un hallazgo inesperado

Los resultados desafiaron todas las expectativas. En lugar de un patrón típico de formación estelar, las observaciones solo detectaron emisiones compactas de monóxido de carbono y monóxido de silicio, con un tamaño inferior a un segundo de arco.

El análisis de las velocidades de la línea de visión de la línea sugiere que los objetos están ubicados entre 30 mil y 40 mil años luz de la Tierra. Además, sus velocidades indican que no están físicamente relacionados, un pesar de su proximidad aparente en el cielo y sus similitudes en color, brillo y composición de hielo interestelar.

Otro aspecto inusual es la emisión falta submilimétrica significativa, lo que contradice el comportamiento esperado de los objetos helados interestelares, que suele estar envueltos en grandes cantidades de polvo y brillan intensamente en estas longitudes de onda.

Una nueva clase de objetos interestelares

Además, las observaciones de ALMA revelaron que la relación de monóxido de silicio a monóxido de carbono en los dos objetos es significativamente mayor que la que se observa típicamente en las nubes moleculares normales.

Este monóxido de silicio tan abundante se encuentra normalmente sólo en regiones donde el polvo interestelar está siendo destruido por intensas ondas de choque, lo que sugiere que los dos objetos están asociados a una fuente de energía que está perturbando fuertemente el gas.

“Las únicas propiedades de estos misteriosos objetos helados no pueden explicar con los modelos actuales de hielos interestelares. No se asemejan a estrellas formadas, discos protoplanetarios, estrellas evolucionadas con pérdida de masa ni otros cuerpos conocidos”, explicó Takashi Shimonishi, astrónomo de la Universidad de Niigata y autor principal del estudio.

“Puede representar una nueva clase de objetos interestelares que favorecen la formación de hielos y moléculas orgánicas”, añadió. “Futuras observaciones de alta resolución con ALMA y estudios detallados con el Telescopio Espacial James Webb nos ayudaran a comprender a mejor su naturaleza”.

Los hallazgos fueron publicados en The Astrophysical Journal.