Encuentran insecto de casi 99 millones de años preservado en ámbar… ¿como en “Jurassic Park”?

Especialistas de la Universidad Normal Capital de China y del Museo de Historia Natural de Dinamarca descubrieron un antiguo insecto perteneciente a la era del Cretácico medio envuelto en ámbar, muy al estilo hollywoodense de Jurassic Park.
El insecto encontrado en este medio de preservación fue localizado en en la región Kachin, al norte de Myanmar y corresponde, según los expertos, a un linaje extinto de avispas parásitas, llamado Sirenobethylus charybdis, que data de hace casi 99 millones de años y podrían representar una nueva familia de insectos.
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El Sirenobethylus charybdis fue llamado así por el monstruo marino de la mitología griega que tragaba y vomitaba agua tres veces al día.
Según la morfología de S. charybdis, estas avispas eran parasitoides, es decir, eran insectos cuyas larvas viven como parásitos y finalmente matan a sus huéspedes.

Esto fue posible saberlo tras analizar 16 especímenes hembra de S. charybdis conservados en ámbar y datados en 98 mil 79 millones de años. Los científicos hallaron que la especie probablemente era un koinobionte, un parasitoide que permite a su huésped continuar creciendo mientras se alimenta de él.
Una de sus características diferenciadoras de los parasitoides actuales de la superfamilia Chrysidoidea es que, los especímenes de S. charybdis poseían un patrón único de venas en el ala trasera que sugiere que la especie pertenece a su propia familia, Sirenobethylidae.
Los insectos encontrados en ámbar presentan un aparato abdominal compuesto por tres aletas. La inferior de las cuales forma una estructura en forma de paleta con una docena de cerdas similares a pelos, que recuerda visualmente a una planta atrapamoscas.
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Los autores señalan que el aparato abdominal de S. charybdis es diferente al de cualquier insecto conocido y podría haber servido como mecanismo para contener temporalmente al huésped durante la puesta de huevos. Dado que la avispa probablemente no podía perseguir a sus presas a largas distancias, especulan que habría esperado con el aparato abierto a que un posible huésped activara su respuesta de captura.
Los autores creen que el complejo aparato de prensión le permitió a S. charybdis capturar presas muy móviles, como pequeños insectos alados o saltadores. Los especímenes preservados sugieren que Chrysidoidea mostró una gama más amplia de estrategias parasitoides en el Cretácico medio que sus contrapartes actuales