Una nueva investigación descubrió una secuencia de huellas de manos y pies antiguas hechas por niños en lo alto de la meseta tibetana.
El trabajo realizado por un equipo internacional de investigadores fue publicado en Science Bulletin.
El equipo sostiene que estos rastros representan el ejemplo más antiguo de arte parietal. El arte parietal son pinturas, dibujos y grabados en superficies rocosas, el tipo de cosas que se encontrarían en una cueva, aunque las huellas tibetanas no están en una cueva.
La piedra caliza en la que se imprimieron las huellas data de entre 169 y 226 mil años a. C. Esto convertiría al sitio en el ejemplo más antiguo actualmente conocido de este tipo de arte en el mundo, señala el reporte.
Los investigadores informaron que esto proporcionaría la evidencia más temprana para humanos y otros miembros del género Homo (homínidos) en la alta meseta tibetana. Este descubrimiento también se suma a la investigación que identifica a los niños como algunos de los primeros artistas.
Las formas de las manos se encuentran comúnmente en cuevas prehistóricas. Por lo general, la mano se usa como plantilla, con pigmento extendido alrededor del borde de la mano. Las cuevas de Sulawesi, Indonesia o de El Castillo en España tienen algunos buenos ejemplos y son las más antiguas conocidas hasta la fecha.
En Quesang, en lo alto de la meseta tibetana, el equipo dirigido por David Zhang de la Universidad de Guangzhou encontró huellas de manos y pies conservadas en travertino de una fuente termal. El travertino es piedra caliza de agua dulce, a menudo utilizada como azulejos de baño, y en este caso se deposita a partir de aguas calientes alimentadas por calor geotérmico.
Cinco huellas de manos y pies parecen haber sido colocadas cuidadosamente, probablemente por dos niños a juzgar por el tamaño de las mismas. Éstas no se dejaron durante la caminata normal y parecen haber sido colocadas deliberadamente.
El niño que hizo las huellas de los pies probablemente tenía alrededor de siete años y el otro, que hizo la de las manos, un poco mayor, a los 12 años. Las estimaciones de edad se basan en el tamaño de las trazas con referencia a curvas de crecimiento modernas como las producidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El equipo fechó el travertino utilizando un método radiométrico basado en la desintegración del uranio que se encuentra en la piedra caliza.
La edad es sorprendente, ya que el depósito data de hace entre 169 y 226 mil años. Esto se remonta al Pleistoceno medio (mediados de la Edad del Hielo) y proporciona evidencia de la ocupación de los primeros humanos (o sus antepasados directos) en la meseta tibetana, informaron los investigadores.