El área cercana al volcán Tancítaro, en Michoacán, sigue registrando enjambres sísmicos, lo que significa que podría nacer un futuro volcán en la zona, reveló un estudio publicado recientemente por investigadores del Instituto de Geofísica (IGEF), el Instituto de Ingeniería y la sede de la UNAM Morelia.
La última erupción del Tancítaro ocurrió hace 240 mil años, mientras que el Paricutín lo hizo de 1943 a 1952, dijo Denis Legrand, investigador del Departamento de Vulcanología del IGEF.
“Hace 25 años que el magma intenta llegar a la superficie, pero no se sabe cuándo lo logrará. A cada intento se generan enjambres de sismos que todavía son profundos, entre 8 y 15 km de profundidad.
Denis Legrand, investigador del Departamento de Vulcanología del IGEF
Y agregó que es muy importante seguir monitoreando las profundidades de estos sismos. “Si vemos que empiezan a ser más superficiales significaría que el magma llega más alto”.
- Un enjambre, son pequeños sismos o microsismos que pueden ser grabados con una estación sensible y cercana. En 2020 se registraron más de 100 mil, la mayoría imperceptibles para la población.
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¿Qué tipo de volcán podría surgir en Michoacán?
Según el estudio de la UNAM, en la región podría nacer un futuro volcán monogenético, es decir que tienen una sola erupción. Por el contrario, los volcanes poligenéticos, son los que erupcionan varias veces en su vida, como el Tancítaro, el Popocatépetl o el de Colima.
En los estados de Michoacán y Guanajuato hay más de mil 200 volcanes monogenéticos, siendo el último de ellos el Paricutín.
¿Dónde se han registrado los enjambres sísmicos?
De 2020 a 2021 se registraron más de 100 mil sismos entre los colosos Tancítaro y Paricutín, por lo que expertos de la UNAM monitorean regularmente estos enjambres sísmicos para indagar por qué ocurren.
Legrand detalló que en los últimos 25 años se han registrado, al menos, seis enjambres sísmicos en la región (1997, 1999, 2000, 2006, 2020 y 2021) entre los volcanes Tancítaro y Paricutín. Si los sismos están relacionados a movimientos del magma, una probabilidad grande es que nazca un nuevo volcán monogenético en la zona, sin saber cuándo.
“Estos enjambres sísmicos indican que una de las cámaras se ubica a una profundidad entre 8 y 15 kilómetros de profundidad, confirmado por estudios de petrología realizados por otros colegas de la UNAM”.
Denis Legrand, investigador del Departamento de Vulcanología del IGEF
A partir de eso, los especialistas decidieron instalar una estación sismológica a mediados de diciembre de 2019, en los mismos sitios donde se registraron los movimientos de 1997, 1999 y 2006. Tres semanas después se empezó a registrar el enjambre de 2020, que duró más de dos meses.
Recientemente, con apoyo de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM, se instaló una estación permanente al sur del volcán Tancítaro, que ahora monitorea de forma continua el lugar, apuntó.
Legrand puntualizó que registra una actividad menor, pero continua, donde predominan los sismos pequeños, con algunos enjambres separados más grandes.