El cambio climático podría forzar la migración de hasta 216 millones de personas para 2050, incluidos más de 17 millones en Latinoamérica, por escasez de agua, disminución de la producción agrícola o aumento del nivel del mar, advirtió el Banco Mundial; sin embargo, estimó que esto es reversible.
A partir de la actualización del informe Groundswell de 2018, la entidad bancaria mundial indicó que el cambio climático es un poderoso motor de las migraciones, y que es posible que en las próximas tres décadas la migración interna provocada por impactos climáticos aumente marcadamente.
Prevén que la migración interna provocada por impactos climáticos aumentará en todas las regiones y países, sin embargo, los impactos del cambio climático afectarán en mayor medida a las regiones más pobres y vulnerables, amenazando con revertir los logros en materia de desarrollo.
Hasta 2018, el Banco Mundial había proyectado entonces 143 millones de “migrantes climáticos” para 2050 para las regiones de África subsahariana, Asia meridional y América Latina; ahora, agregó otras tres zonas: Asia Oriental y el Pacífico, África del Norte y el área que comprende Europa Oriental y Asia Central, para proporcionar una “estimación global” de la escala de la migración potencial en los países más pobres.
De las seis regiones analizadas se prevé que en África al sur del Sahara se registrará el mayor número de migrantes internos por motivos climáticos, ya que la región es sumamente vulnerable a los impactos del cambio climático, sobre todo en las tierras áridas, que ya son frágiles, y a lo largo de las costas expuestas.
“Estas proyecciones deben transmitir la necesidad urgente de adoptar medidas en forma temprana. El cambio climático podría modificar las circunstancias sociales, económicas y en materia de medios de subsistencia de diversas maneras, que obligarían a las personas a migrar en situaciones de emergencia”, se indica en el informe.
La cifra podría ser mayor
De acuerdo con el informe, los 216 millones de personas que podrían desplazarse a causa del cambio climático representan “casi el 3% de la población total” de estas regiones.
Sin embargo, el número podría ser mayor ya que el Banco Mundial no cuenta a los migrantes de América del Norte, los países ricos de Europa o incluso Medio Oriente, donde los desastres climáticos han sido devastadores.
Aún es posible hacer algo
A pesar del panorama, “es importante señalar que esta proyección no está grabada en piedra”, dijo Juergen Voegele, vicepresidente de desarrollo sostenible del Banco Mundial.
“Si los países comienzan ahora a reducir los gases de efecto invernadero, a cerrar las brechas de desarrollo, a restaurar ecosistemas vitales y ayudar a las personas a adaptarse, la migración climática interna podría reducirse hasta en un 80%, a 44 millones de personas para 2050”, explicó.
En el informe también se señaló que las trayectorias de desarrollo inclusivo y resiliente también son esenciales para reducir la escala de la migración interna provocada por la crisis climática.
“Una planificación del desarrollo con visión de futuro puede ayudar a los países a emprender transformaciones económicas verdes, resilientes e inclusivas”.
Por el contrario, sin acciones decisivas, podría haber “puntos críticos” de migración climática, advirtió Voegele, con repercusiones significativas para las regiones de acogida, a menudo mal preparadas para recibir muchos migrantes adicionales.
“La escala, la tendencia y los patrones espaciales futuros de la migración interna provocada por impactos climáticos dependerán del nivel de acción colectiva sobre el clima y el desarrollo que adoptemos hoy, en esta década crucial”.
El vicepresidente de desarrollo sostenible del Banco Mundial también sostuvo que si bien, no todas las migraciones se pueden evitar, “si se gestionan bien, los cambios en la distribución de la población pueden ser parte de una estrategia de supervivencia eficaz, permitiendo a las personas salir de la pobreza y construir medios de vida resilientes”.