Las arañas con cara de ogro usan sus patas no solo para corretear, sino también para escuchar, esto de acuerdo con una reciente investigación.
Estos aráncidos son conocidos por su increíble visión, ya que sus enormes ojos les permiten tener una visión nocturna 2 mil veces mejor que la de los seres humanos.
Ahora esta nueva habilidad auditiva descubierta “es una sorpresa”, aseguró George Uetz, quien estudia la ecología del comportamiento de las arañas en la Universidad de Cincinnati, pero no participó en dicho estudio.
Las arañas no tienen oídos, generalmente un requisito previo para oír. Entonces, a pesar de los pelos y receptores que detectan vibraciones en las patas de la mayoría de los arácnidos, los científicos pensaron durante mucho tiempo que las arañas no podían escuchar el sonido mientras viajaban por el aire, sino que sentían vibraciones a través de las superficies.
La primera pista de que podrían estar equivocados fue un estudio de 2016 que encontró que una especie de araña saltarina podía sentir vibraciones en el aire a partir de ondas sonoras.
Método de caza de la araña con cara de ogro
La araña con cara de ogro en lugar de construir una red y esperar a su presa, “toman un papel mucho más activo”, aseveró Jay Stafstrom, ecologista sensorial de la Universidad de Cornell.
Las arañas del tamaño de la palma de la mano cuelgan boca abajo de pequeñas plantas en una línea de seda y crean una mini red en sus cuatro patas delanteras, que usan como red para atrapar su próxima comida.
Para determinar cuánto dependían de la vista para cazar, Stafstrom colocó una pequeña venda sobre los ojos de las arañas. Aunque no pudieron capturar insectos en el suelo, aún podrían atrapar una comida en pleno vuelo, informaron él y sus colegas en 2016.
Receptores de sonido
Para averiguar cómo lo hicieron, los investigadores idearon un nuevo estudio: primero, insertaron pequeños electrodos en las patas de la araña que les quitaron después para determinar si los receptores de detección de vibraciones en sus extremidades podían detectar el sonido.
Después implantaron electrodos en los cerebros de otras arañas, que se quedaron con todas sus patas, para ver si procesaban el sonido. Finalmente, colocaron las arañas (y patas) en una cabina que eliminaba todas las vibraciones de abajo y reproducían diferentes sonidos a 2 metros de distancia.
Descubrieron que tanto las patas como las arañas vivientes respondían a una amplia gama de frecuencias, desde el retumbar de un camión que pasa hasta un zumbido agudo, informaron los investigadores.
Sin embargo, Uetz no está convencido, porque asegura que las arañas están activas durante la noche, a diferencia de muchos depredadores aviares, por lo tanto, las arañas podrían estar en sintonía con otros depredadores nocturnos y así cazar.
Ahora, Stafstrom quiere ver si las arañas pueden saber de dónde vienen los sonidos y si estas arañas usan la audición direccional, como sospecha, eso podría ayudar a explicar la velocidad de sus ataques aéreos.
Debido a que todas las arañas tienen estos receptores sensibles a la vibración en sus patas, los hallazgos plantean la pregunta de qué tan común es la audición entre ellas, dice Uetz. En comparación con otros animales, “no sabemos demasiado sobre las arañas y son mucho más complejos de lo que la gente pensó que eran”, señaló.