Tremendo susto pasó un youtuber cuando, mientras grababa una cápsula de su viaje a Filipinas, un águila ingresó a su auto. ¿Habrá pensado que la esplendorosa ave le había preparado un ataque similar a los filmados por Alfred Hitchcock? Al menos, eso parece…
El youtuber, de nombre Renante Balbuena, se aterró porque un águila ingresó a su auto y mostró el momento, el cual quedó registrado accidentalmente porque ocurrió cuando hacía una grabación con la que pretendía presumir su viaje. El influencer es de origen estadounidense y tuvo el encuentro con el águila cuando visitó Filipinas.
Yotuber se lleva el susto de su vida: un águila ingresó a su auto mientras grababa
Si hace poco se viralizó la aparición de un lagarto en un baño, ahora el encuentro del águila con el youtuber ha llamado la atención en las redes sociales. El video fue registrado en 2020; sin embargo, se posicionó nuevamente como tendencia.
En las imágenes se ve cómo el youtuber está concentrado haciendo la descripción del paisaje que observa, cuando es sorprendido por el águila que ingresó a su automóvil. Su primera reacción fue saltar debido al susto y comenzar a gritar cuando el ave terminó estrellándose en uno de sus brazos, tras su abrupto aterrizaje.
“Hay un ave en el coche, un ave gigante”.
Expresó el yotuber
La aparición del águila en su coche lo dejó paralizado por unos instantes, pero todo cambió cuando el comunicador de 33 años, quien llegó a expresar que por esta sorpresa “estaba temblando”, se dio cuenta de un detalle.
La historia del águila que asustó a un youtuber mientras grababa
Más allá de que el águila tuviera intenciones de atacar al conductor, el youtuber descubrió que el ave que estaba en su auto se encontraba herida. La situación incluso se puede ver en el video.
Después de darse cuenta del estado del águila, que estaba lastimada y tenía sangre en una de sus alas, el joven llamó a su primo veterinario para que lo ayudara con la situación.
Según cuenta Balbuena, le dio un medicamento al ave mientras le limpiaba la herida y trataba de alimentarla.
“Quise acariciarla, pero no lo hice. No quería estresarla y hacer que no comiera, así que puse una manta sobre la jaula y la dejé toda la noche. El águila estaba lista para ser liberada después de cuatro días”.
Comentó Renante Balbuena
