Repartidores de México, cansados de ser blanco de la inseguridad, decidieron que ya tenían suficiente, por lo que siguieron a un presunto asaltante hasta su casa y, entre varios, decidieron darle una paliza para tomar la justicia en sus manos; el hecho quedó grabado.
Advertencia: el siguiente material contiene violencia e imágenes sensibles. Se recomienda discreción.
Alguno de los implicados decidió que era buena idea captar el momento justo en que llegan al domicilio y confrontan al delincuente.
- Las imágenes fueron subidas a las redes sociales, donde ya han comenzado a hacerse virales.
“Ya sabemos donde vives”: repartidores
De acuerdo con el video que fue subido a cuentas de Twitter y Facebook, varios repartidores llegaron hasta la puerta del presunto asaltante, tocaron y trataron de entrar; sin embargo, la persona que les atendió trató de impedirlo por unos segundos.
Cuando la mayoría tuvo la determinación de empujar la puerta, lograron ingresar hasta donde se encontraba escondido el sujeto. Comenzaron a golpearlo, pero ante la amenaza de que los familiares del agredido iban a llamar a la policía, deciden sacarlo a rastras del inmueble.
Armados con barretas y cascos, los trabajadores de entrega a domicilio comenzaron a tundir al delincuente. Le pedían que les entregara un celular que supuestamente se había robado.
Las personas con las que vive este sujeto se asustaron al ver que su familiar era agredido, por lo que comenzaron a llorar y gritar; se puede escuchar que piden que se detengan, y entre las voces se percibe la de alguien que parece ser menor de edad.
Después de varias patadas en la cara, puñetazos, golpes en el cuerpo con la barreta y los cascos, los repartidores organizados comenzaron a gritarle a sus compañeros que era mejor ya retirarse.
Hasta el momento se desconoce en qué parte del país se dieron estos hechos, por lo cual tampoco se tiene información de alguna autoridad sobre el delito que pudo haber cometido el agredido y el que cometieron los trabajadores de servicio a domicilio al entrar a una vivienda sin permiso para agredir a uno de los miembros.