“Después de la tormenta viene la calma”, un refrán que se aplicaría sobre la reciente viralización de videos sobre supuestos comportamientos de animales e insectos que han sido captados caminando en círculos, sin razón aparente.
Después de la incógnita que ha creado la actitud de grupos de caballos, hormigas, ovejas y hasta orcas, han salido explicaciones, que van desde una enfermedad, un comportamiento estereotipado, o hasta la pérdida de un rastro que las hacen caminar –o nadar– en círculos.
Aunque el fenómeno ha sido explicado de diferentes formas, según casos particulares, no se tiene aún una justificación, de manera general, sobre el raro comportamiento de los animales.
Comportamiento estereotipado
Fue a través de medios chinos que se informó sobre el misterio de cientos de ovejas que caminaron en círculos por más de 10 días; aunque los animales se encontraban en perfecto estado de salud, mostraban la extraña conducta.
Al respecto, Matt Bell, profesor y director del Departamento de Agricultura de la Universidad de Hartpury, Inglaterra, declaró para la revista Newsweek, que esto se debería a que estos animales pasan largos periodos en los establos, lo cual podría conducir a un comportamiento estereotípico.
“Con vueltas repetidas debido a la frustración por estar en el establo y limitadas (en cuanto a dónde pueden ir). Esto no está bien. Luego, las otras ovejas se unen como animales de rebaño y se unen o se unen a sus amigos”.
Matt Bell, Universidad de Hartpury.
Inflamación del cerebro por listeriosis
Veterinarios británicos de la compañía Molecare Farm Vets, citados por el diario La Vanguardia, explican que dicho comportamiento se debería a los efectos de una enfermedad bacteriana que provocaría en los animales una infección llamada listeriosis, la cual produce una inflamación en el cerebro y los hace desorientarse.
De acuerdo con Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), es una infección grave generalmente causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria monocytogenes.
La “espiral de la muerte”
En el caso de las hormigas, en 1921, el naturalista estadounidense Charles William Beebe ya observaba un espiral de hormigas con una longitud de 365 metros, “duró más de 2 días y el número de cadáveres aumentaba rápidamente”.
Posteriormente, en 1944 ya fue estudiado y refiere a que, cuando un soldado principal tiene problemas con las feromonas y pierde el rastro, comienza a caminar en círculos, ocasionando que el resto la sigan en un movimiento similar después de desprender un aroma para seguirla.
Xavier Espadaler, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, señaló para el medio español RTVE, que las hormigas se siguen unas a otras, atraídas por el olor, porque son “prácticamente ciegas, y lo pueden hacer durante horas y horas”; asimismo, no es un suicidio al no ser consciente de lo ejecutado.
Un fenómeno que también ha sido documentado en orugas, e incluso en alguna especie de peces.