Un tipo diferente de participante llegó a la audiencia general del Papa Francisco este miércoles: Spider-Man.
Un hombre vestido con el traje ceñido al cuerpo, rojo y azul, del personaje del cómic y la película, incluida la máscara de la cabeza, se sentó en la sección VIP de la audiencia en el patio de San Damaso del Vaticano.
Estuvo en silencio junto a un sacerdote vestido de negro que parecía imperturbable por el colorido personaje de grandes ojos blancos que estaba en el asiento de al lado.
El hombre detrás de la máscara resultó ser Mattia Villardita, de 27 años, del norte de Italia. Le dieron lugar en la sección VIP debido a su trabajo vistiéndose con trajes de superhéroes para visitar a niños enfermos en los hospitales.
Al final de la audiencia, fue presentado al Papa y le dio al pontífice una máscara de Spider-Man.
El año pasado, el presidente italiano Sergio Mattarella le otorgó a Villardita un reconocimiento por su trabajo con los niños enfermos.
El joven confesó que se viste de Spider-Man “para arrancar una sonrisa a los más pequeños que están en el hospital. Lo hago porque tengo una enfermedad congénita y pasé 19 años entrando y saliendo del hospital Gaslini de Génova”. Además, agregó que mientras pasaba sus internaciones solo en el hospital, “me hubiera gustado muchísimo ver al Hombre Araña entrar por la ventana de mi habitación”.
Mattia se dedica a visitar y divertir a niños enfermos desde hace cuatro años. Cuando la pandemia del coronavirus se originó y con ello la implementación de la cuarentena, no interrumpió su trabajo en ningún momento. Comenzó a realizar videollamadas para así comunicarse con los niños.
“Los verdaderos superhéroes son los niños que sufren y sus prójimos que luchan con tanta esperanza”.
Mattia
