Usuarios de redes sociales se dieron a la tarea de difundir la historia de don Abraham, un señor de 86 años que vende taquitos de cabeza de res y a quien no le iba muy bien con las ventas. A continuación, en Unotv.com te contamos más sobre esta historia que es un ejemplo de cómo, usando de forma adecuada las diversas plataformas por internet, se puede apoyar a quien más lo necesita.
En internet muchos han compartido la historia de don Abraham, habitante de Cuernavaca que sale por las tardes y noches a vender sus taquitos de cabeza. Ésta es la única forma que tiene el señor de la tercera edad para llevar el sustento a casa.
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Don Abraham llevaba semanas sin buenas ventas en sus taquitos de cabeza
En las últimas semanas, don Abraham pasó por una mala racha de ventas. Había días que no vendía nada o muy poco; sin embargo, alguien que llegó a probar sus taquitos se percató de la necesidad del hombre e hizo un llamado a sus familiares, amigos y seguidores.
Se explicó la situación de don Abraham, quien a sus casi 90 años sigue saliendo a trabajar y a compartir con sus clientes la sazón de sus taquitos de cabeza.
Bastó un clic y la exposición de esta historia para que muchas personas se sumaran a la campaña con la que más y más personas recomendaban a sus contactos los taquitos de don Abraham para que tuviera más ventas y superara las malas semanas de ventas.
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Don Abraham comenzó a notar que las ventas subieron rápidamente, al punto de que a temprana hora pudo terminar con toda la carne con la que había salido a vender. Al día siguiente compró más carne, preparó más salsa y cortó más verdura.
Ahora, gracias a la viralización de este caso, no hay una noche en que don Abraham no tenga buenas ventas. Incluso, la gente tiene que hacer fila para degustar los taquitos que el señor prepara con paciencia y cuidado.
Muchas veces se habla de algunos aspectos negativos que generan las redes sociales, como por ejemplo retos o challenges, en los que participan los jóvenes poniendo en riesgo su integridad física o salud.
Sin embargo, en menor medida se le da difusión a las buenas acciones como éstas, donde se da un impulso a personas que más lo necesitan.