El personal del hospital Molinette, ubicado en Turín, Italia, fue testigo de una historia con final feliz, protagonizada por Maurizio, paciente que esperaba un trasplante de corazón, y Silvia, su ahora esposa, con quien se casó como última voluntad antes de morir.
La pesadilla para el hombre, de 47 años, inició luego de ser internado tras sufrir un infarto, donde recibió una noticia que le cambió la vida: su corazón estaba muy dañado y necesitaba un trasplante de corazón de manera urgente.
Consciente de que recibirlo pronto era muy poco probable, Maurizio decidió que antes de morir quería casarse Silvia, con quien dos meses atrás habían concebido a su hija, pues su salud cada día empeoraba más.
Su nombre fue colocado en la lista de espera, pero al pasar las semanas, el corazón que necesitaba para vivir cada vez se veía más lejos de llegar, así que, con la ayuda del personal médico de la unidad de terapia intensiva del hospital Molinette, Maurizio y Silvia iniciaron con los preparativos para su unión civil.
De acuerdo con el medio local Il Riformista, el delegado del alcalde llegó hasta la unidad de terapia intensiva para casar a Silvia y Maurizio, este último intubado, postrado en la cama, misma que fue adornada con globos para llevar a cabo la celebración.
Cuando todo parecía perdido, el corazón esperado llegó
La pareja creía que no podía estar más emocionada y Maurizio pensaba que, al menos, moriría feliz por haberse casado con la mujer que amaba; sin embargo, cuando todo parecía perdido, una buena noticia llegó esa misma noche: los médicos le informaron a la pareja que había un corazón compatible con el recién casado.
El corazón tardó alrededor de 12 horas en llegar hasta la ciudad italiana de Turín. Ya en el hospital, el cuerpo médico realizó la cirugía y tras poco más de siete horas en el quirófano, el nuevo corazón del hombre, de 47 años, comenzó a latir en su cuerpo, recibiendo una segunda oportunidad para vivir y disfrutar de su hija y de Silvia, su ahora esposa.
