Un reciente experimento social reveló que la apariencia y el color de piel afectan la forma en la que los demás te perciben. El estudio empírico se llevó a cabo en la calle, en donde participaron dos individuos, con apariencia completamente diferente.
Ambos se dedicaron a regalar rosas a transeúntes desprevenidos, desencadenando reflexiones sobre la importancia del aspecto en la sociedad. El experimento social se viralizó en redes sociales. Hasta el momento cuenta con más de 423 mil reproducciones en la plataforma “X” antes Twitter.
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La apariencia afecta la forma en que te perciben los demás
Dos individuos, con apariencia diferente, se dedicaron a regalar rosas. El primero, con tono de piel morena, vestido de manera informal, con unos jeans, tenis, una camisa color rosa y un poco desaliñado. El hombre fue el primero en pasar, aunque después de varios intentos, las personas no tomaban las rosas que él regalaba.
A pesar de su insistencia y regalarles una sonrisa, la gente prefería rodearlo, en lugar de pasar junto a él, como si fuera un acto de discriminación. Sin embargo, otro joven, blanco e incluso atractivo, recibió una respuesta positiva.
Resultados del experimento social de las rosas
Las personas no sólo aceptaron las rosas con gratitud del hombre blanco, sino que algunos incluso lo abrazaron. El hombre regaló un total de nueve rosas.
Mientras que el individuo con una apariencia menos cuidada experimentó una realidad completamente distinta. La mayoría de las personas mostraron rechazo a aceptar las rosas de este hombre. El resultado de las rosas regaladas fue de 0.
¿La apariencia lo es todo?
El video del experimento se ha vuelto viral en las redes sociales, y provocó un intenso debate sobre el tema de la discriminación.
Al mismo tiempo, el experimento social resalta la influencia que tiene la primera impresión en las interacciones diarias, por ejemplo, en el ámbito laboral. Empresas que exigen buena presentación a sus empleados podrían basarse en estas dinámicas sociales para proyectar una imagen positiva y generar confianza en sus clientes.
Los resultados del experimento sugieren que la apariencia puede influir en la forma en que percibimos a los demás. Las personas que se ven bien vestidas son más propensas a ser percibidas como amables y generosas, mientras que las personas que se ven descuidadas son más propensas a ser rechazadas y juzgadas por su apariencia.