El Estafador de Tinder, un documental disponible en Netflix, ha hecho visible cómo es que las personas que buscan pareja en internet, mediante aplicaciones, son un blanco fácil para estafadores, quienes no sólo les roban el corazón, sino que también buscan un beneficio económico y juegan con los sentimientos de sus víctimas.
En días recientes, una usuaria de Twitter contó su experiencia en la que su ligue mexicano resultó ser una farsa, al igual que Simon Leviev, el protagonista de la historia original de la plataforma de streaming.
“Ya pasaron casi dos años, creo que ya puedo hablar de cómo fui catfisheada (estafada) por un tal Guillermo Ortega (ojo, si digo su nombre es porque quiero evitar más víctimas de las que ya hay)”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
La joven relató que su historia con el estafador de Tinder mexicano inició en marzo del 2020 en Mérida, capital del estado de Yucatán.
“Entré a Tinder, como de costumbre, y entre las miles de personas aburridas encontré a Guillermo. Tenía tres fotos de muy mala calidad, de esas que se ven tomadas en el 2008 con un BlackBerry”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
La víctima describe que en las supuestas fotos de Guillermo Ortega se podía ver a un hombre guapo, doctor de profesión, alto, piel blanca, cabello negro rizado y un lunar característico en el rostro.
“Hice swipe a la derecha. Hicimos match. Supongo que empezó como cualquier plática”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
Después de entrar en confianza, las pláticas se trasladaron a WhatsApp, se comenzaron a seguir en Instagram y se contaban su día a día.
“Le mandaba fotos; muy rara vez recibía yo una. Hablábamos tanto que ya empezaba a contarme de sus issues: que le daba mucha ansiedad, era depresivo y con tendencias suicidas”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
Pronto pasaron a las llamadas telefónicas; el estafador de Tinder mexicano le marcaba y su número siempre aparecía como “desconocido”, a pesar de que la víctima ya tenía guardado el contacto en su celular.
“Su voz se escuchaba distorsionada, como de película de miedo cuando te llaman para avisar que mañana te matan. La excusa: Mi micrófono del cel se mojó. Le creí”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
El estafador de Tinder mexicano se negaba a verse en persona
Debido a una corazonada, la víctima le pidió a su ligue verse en persona, pero éste se negó argumentando que por la pandemia le daba miedo contagiar a su mamá.
“Las llamadas empezaban a ser todos los días, a veces durante dos horas sin parar, además de los mensajes 24/7. Ya empezaba a decirme: te quiero, me gustas. Lo sentía medio extraño, pero me dejé llevar”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
La joven agregó a su relato que una vez el supuesto enamorado le llamó en la noche diciéndole que se suicidaría tomando unas pastillas, y que quería que ella estuviera al teléfono.
“Estaba muy confundida con lo que estaba pasando. Después de rogarle que no lo hiciera y suplicarle que me mandara su ubicación para ir a salvarlo, nunca me la mandó y claramente no se tomó nada. Esos mismos patrones de chantaje se repitieron mucho”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
Las “red flags” de la historia
El hilo de Twitter continuó mencionando que la chica le contó sus inseguridades al estafador de Tinder mexicano y se comenzó a encariñar.
“Ya teníamos nuestros apodos, hacíamos planes a futuro de viajar, veíamos películas a distancia y las llamadas ya eran de cuatro horas”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
El sujeto al otro lado del celular comenzó a utilizar las pláticas en contra de su víctima.
“Si le decía que soy insegura con mi cuerpo decía: No me gustan gordas; tienes que bajar. Me preocupo por ti porque soy doctor. Yo hago mucho ejercicio; no puedo estar contigo así”
Sofía Abraham, usuaria de Twitter
- Comenzaron a tener discusiones espontáneas, de las cuales, la víctima siempre tenía que pedir perdón.
“Si me veía en línea después de haber dicho buenas noches, me decía que no tenía por qué hablar con más gente” Sofía Abraham, usuaria de Twitter
Ante la insistencia de la joven para que se vieran, Guillermo Ortega amenazaba con dejarle de hablar, pero la víctima ya tenía la misión de conocer a la persona que la había contactado mediante la app. Aunque había peleas, su intriga por conocerlo la hacía volver.
Sofía descubrió su modus operandi
Haciendo memoria de algunos datos que su ligue le dio en sus largas pláticas, Sofía se dio a la tarea de investigar más en redes; ahí se dio cuenta de que el tal Guillermo Ortega platicaba con otras chicas y tenía el mismo modus operandi. Fue así que se dispuso a encontrar su casa, pues sabía en qué colonia vivía y algunas características de su casa.
Preguntando entre vecinos, finalmente halló a su mamá y con ello encontró la casa, pero cuando le dijo que ya sabía donde vivía, se negó a salir.
Finalmente, consiguió hablar con la verdadera persona que le dio “match”, y para sorpresa de Sofía, se trataba de una mujer, a la que después vio para pedirle que nunca más la buscara y la bloqueó.
Un año después, a Sofía llegó un mensaje de otra persona que quería saber más sobre Guillermo Ortega; ahí fue donde se dio cuenta de que la mujer seguía engañando a más personas, y tras ver el documental de Netflix, decidió hacer pública su historia, con la finalidad de que nadie más saliera lastimado por los engaños de la impostora.