En Malasia hasta los dinosaurios saben que tienen que vacunarse, y es que un T-Rex sorprendió a todos cuando acudió a ponerse la vacuna contra el COVID-19.
Los malasios ansiosos que esperaban su inyección de COVID-19 en el centro de vacunación el fin de semana pasado tuvieron que vigilar sus cabezas, en caso de que fuera mordido por un tiranosaurio rex que se formó detrás de ellos para recibir su inoculación.
El peculiar asistente al centro de vacunación en Kuching, capital del estado de Sarawak en Malasia, realizó su trámite como todos los demás ciudadanos, llevó sus papeles, esperó su turno y recibió su inyección en el brazo.
La buena noticia es que no se trataba de un T-Rex real, sino de Kenny Sia, de 39 años, un instructor de fitness malasio, que decidió vestirse de dinosaurio para su cita del domingo en el centro de vacunación.
De acuerdo con Sia, el objetivo de ir disfrazado de dinosaurio a vacunarse era regalar un momento de diversión a la gente y a los trabajadores de la salud que han hecho frente a la pandemia de COVID-19.
“Sé que los de primera línea trabajan día y noche, vacunando entre cinco mil y seis mil personas al día, por lo que probablemente estén muy cansados. Y cualquier cosa que pueda levantarles el ánimo, estaré feliz de hacerlo”, dijo el intrépido hombre.
Además, mencionó que su disfraz de dinosaurio era la mejor forma de protegerse contra el SARS-CoV-2, ya que así no necesita usar otro tipo de protección.
“En lugar de usar solo máscaras faciales o protectores faciales, decidí hacer todo. Todo el traje es efectivamente un equipo de protección personal, es uno de esos trajes en general”.
Hasta ahora, Malasia ha vacunado a alrededor del 10% de su población, más rápido que la mayoría de sus vecinos; aunque el número de infecciones reportadas sigue siendo alto, pues hasta el lunes pasado se reportaron 8 mil 754 casos nuevos, lo que eleva el total de infecciones a 844 mil 870, la tercera cifra más alta en el sudeste asiático después de Indonesia y Filipinas.