La comedia electoral en nuestro país ha sido suficiente para no acordarnos de los estudiantes desaparecidos en Jalisco. Parece que en México somos tan desgraciados que preferimos show a exigir que la gente desaparecida regrese con vida y que la guerra contra el narco se detenga.
El obispo de la diócesis de Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, habló con jefes narcotraficantes para pactar que no asesinen a ningún candidato durante estas elecciones.
Ya es mitad de semana y ¿nadie lo va a llamar a declarar? Pero él señaló que su diócesis no le ha pedido cuentas a cerca de su política de negociación.
Laura Bozzo debe 17 millones de pesos al SAT&. ¡Qué pase la desgraciada!